Alcaraz saca su magia para colarse en la final de Róterdam

Carlos Alcaraz vuelve a disputar una final. Han pasado unos meses desde que lo hiciera, y la ganara, en Pekín. Ahora será en Róterdam, en pista cubierta, y frente al australiano Álex De Miñaur. Será este domingo (15:30 horas) después de deshacerse del polaco Hubert Hurkacz en semifinales. En tres sets (6-4,6-7 y 6-3) en un duelo en el que arrancó mal pero que supo levantarse a tiempo cuando el agua le llegaba al cuello en el primer set. De menos a más, y desplegando su magia, Alcaraz ofreció globos, dejadas, golpes de revés y también cinco aces.

Hurkacz quería romper su mala racha ante el murciano y se colocó con un 3-0 preocupante. Más aún fue cuando Alcaraz se veía con 1-4 por debajo, sirviendo y un 0-40 con tres bolas de break para el polaco. Ese fue el momento clave. Alcaraz enganchó cinco puntos seguidos, se llevó el juego y después encadenó cuatro más. De ver el primer set defenestrado, a ganarlo por 6-4. Impecable reacción.

El segundo acto se ajustó más a guion. Ninguno fallaba con su servicio. No había regalos de ninguno de ambos lados de la red. El nivel era elevado y fruto de esa igualdad se llegó al tiebreak. En él, Alcaraz tuvo un 5-4 y dos saques consecutivos, pero falló. Hurkacz enlazó varios puntos consecutivos al servicio y se llevó la segunda manga.

Tocaba sufrir. Al menos en teoría. Pero sólo eso. Porque lo que le faltó por cerrar en el segundo set se encargó Carlos de hacerlo bien y rápido en el tercero. Break a su favor y 3-0 favorable. Hurkacz mantenía el resto de servicios, pero no era capaz de romper al murciano. Con el paso de los minutos el marcador avanzó y Alcaraz cerró el partido con 6-3. Ahora, a por De Miñaur. Que le ganó un partido de exhibición en Australia. Pero era eso, un partido de preparación. Esta versión de Carlos, sacando su magia, debe darle para levantar el título este domingo (15:30 horas) en el ATP500 de Róterdam.