El tenista de El Palmar, ausente en Roma esta semana por una lesión en el antebrazo derecho, se reunió con sus amigos de siempre para celebrar su veintiún cumpleaños.
GREGORIO LEÓN
Una cabalgata de pelotas de tenis rodea dos números, el dos y el uno. Carlos Alcaraz ya no es un adolescente. El número 3 del mundo no es tan joven. Y sin embargo, es el joven con mejores números del mundo. La decepción de su eliminación en el Mutua Madrid Open ante un Rublev que acabó encumbrado en la Caja Mágica no debe esconder los logros precoces del jugador de El Palmar, que con 21 años recién cumplidos ha llegado más lejos que dos figuras icónicas de este deporte. Carlitos ha ganado un total de trece títulos (US Open, Wimbledon, 5 Masters 1.000, 4 ATP 500 y 2 ATP 250). Ni siquiera Novak Djokovic, con toda su envergadura legendaria, puede presumir de esas conquistas con la misma edad: él acumuló diez. Y más lejos queda Roger Federer, que solo pudo reunir tres, para después eclosionar y convertirse en un jugador de dimensión mitológica.
Carlos Alcaraz juntó este domingo a sus amigos más íntimos, aquellos que formaron grupo desde la infancia. El murciano aparece, sonriente, escoltado por toda su tropa. Nada le hace más feliz que volver a casa para reunirse con los suyos.
Esta semana, por la lesión que tiene el antebrazo derecho, no estará en Roma. Como tampoco Sinner o Medvedev. Las lesiones no son cosa exclusiva de Carlitos. Las exigencias de un calendario saturado de partidos están llevando al límite a muchos jugadores. Juanjo Moreno trabaja intensamente para que el murciano esté al cien por cien en Roland Garros. El 26 de mayo París hervirá de nuevo con el tenis.
El tenista nacido en El Palmar ha sido capaz de concentrar al mayor número de espectadores en el Mutua Madrid Open. Aun lejos de sus mejores prestaciones, atrapa la atención televisiva. Su partido ante Andrey Rublev tuvo una audiencia de 1.389.000 espectadores, por delante del partido más visto de Rafa Nadal (contra Lehecka), que se quedó en 1.312.000.
