El tenista murciano revela que se levantó cansado, tras el duelo de dobles jugado junto a Rafa Nadal, pero que representar a España le hace superar todos los obstáculos.
GREGORIO LEÓN
Exhausto. Muy fatigado. Y feliz. Así ha acabado Carlos Alcaraz ante Tommy Paul, que lo ha acorralado en el segundo set. Pero a pesar del cansancio acumulado, con días de dos partidos entre el cuadro individual y el de dobles junto a Rafa Nadal, el murciano ha salido del laberinto. "Hoy ha sido pura lucha, pura garra. Físicamente no estaba en mi mejor momento. Me he levantado bastante cansado por el día de ayer. Pero estamos en unas Olimpiadas, y estamos jugando por España, una de las cosas más grandes que hay en el mundo, y eso me hace tirar para arriba, y no pensar en el cansancio. Sabía que Paul es muy eléctrico y debía luchar cada pelota. Recuerdo que no estoy no para mí, sino para todos los españoles, y eso me hace luchar hasta la última bola", aseguró a Eurosport.
El murciano no vive aislado en la burbuja de la villa olímpica. Siente el calor de los aficionados, pendientes de cada uno de sus partidos como representante español. "Cuando llego a Roland Garros el ambiente es totalmente diferente al torneo en sí. Hay mucha más animación, gente de los países y yo noto que hay muchísimas banderas de España, muchas camisetas y mucha gente animando. Es más eufórico todo. Por el teléfono, más de lo mismo, también por redes sociales y mensajes que me llegan. Es algo muy bonito representar a España", subraya el murciano.
A por el oro
Alcaraz está acariciando con la yema de los dedos la medalla. Pero quiere el metal más preciado: "Me imaginaba desde el principio del torneo. Hay que soñar en grande. En cada torneo al que voy siempre pienso en ganarlo, respetando a los demás rivales. Sueño con esa medalla de oro colgada en mi cuello. Eso es por lo que voy a pelear", ha asegurado Alcaraz, en Televisión Española.