El tenista murciano, que ya se ha perdido Montecarlo y el Conde de Godó por culpa de una lesión en el antebrazo, no quiere precipitarse en su vuelta a las pistas.
GREGORIO LEÓN
Junto a Rafa Nadal, era la cara más esperada en el torneo Conde de Godó, que ya ha ganado. La expectación se había disparado con el murciano, y el sueño de los aficionados era ver una semifinal entre los dos exponentes más claros del tenis español. Pero ese partido será imposible en esta edición. El manacorí sí estará. Pero Carlos Alcaraz no. Una lesión en el pronador redondo de su brazo derecho, detectada en el primer entrenamiento que hizo en Montecarlo, le deja fuera de la cita de Barcelona, y compromete su futuro en el Mutua Madrid Open, donde también ha sido ya campeón.
"El sábado por la mañana tuve una prueba que dio unas imágenes bastante positivas, lo cual me dio esperanza para ver si podía jugar en este torneo. Pero el domingo para nosotros era la prueba de fuego. Era el primer día que golpeaba de derecha después del entrenamiento que tuve en Montecarlo y no fue como nosotros esperábamos", comentó el murciano, en una comparecencia en la que no admitió preguntas de los periodistas.
"Tengo puesta toda la concentración en recuperarme. Pero no lo tengo claro. Me dieron unos plazos, que he cumplido, pero no he tenido buenas sensaciones. Vamos a poner todo lo que esté en nuestras manos para poder disputar un partido de tenis al cien por cien, para disfrutar del público y de jugar en casa. Ojalá pueda veros en Madrid", añadió.