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Carlos Alcaraz reina en el día de las abejas

El murciano se impone a Zverev (6-3 y 6-1) y accede a las semifinales de Indian Wells donde se enfrentará a Sinner. El partido quedó interrumpido casi dos horas por una invasión de abejas. Una de ellas picó a Alcaraz

GREGORIO LEÓN
15 MAR 2024 - 02:13
Carlos Alcaraz reina en el día de las abejas
Una de las abejas, resistiéndose a abandonar la pista de Indian Wells. Foto: Germán Abril
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Carlos Alcaraz reina en el día de las abejas
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GREGORIO LEÓN

El deporte siempre deja espacio abierto para lo insólito. Y ver manoteando a Carlos Alcaraz para evitar la picadura de una nube de abejas que le merodeaba fue una escena cómica. Una de ellas, la que llevaba peores intenciones, alcanzó su objetivo y picó al tenista murciano. La Spider Cam (cámara araña) había sido colonizada por centenares de abejas. El asunto empezaba a ser grave. Y entonces apareció el hombre que mejor las entiende, un apicultor que, aspiradora en mano y a los ritmos de la música de Joan Lett, se puso a la tarea de sacarlas de allí. Y después de casi dos horas, salvo por alguna abeja fugitiva, el trabajo estaba hecho y el partido se preparó para su reanudación, casi dos horas después. Carlos Alcaraz ocupa las portadas. Pero comparte protagonismo con Lance Davis, presidente de Killer Bee Live Removal, que con su aire a Ilie Nastase, se convirtió en el héroe del día. Las abejas se llevan bien con él. Lo respetan. Ni se atreven a picarle. 

El episodio pudo descentrar a Alcaraz ante un Alexander Zverev que venía de ganarle en Australia. Pero operó el efecto contrario. El murciano ofreció un show completo, recordando a ese tenista que ha hecho capitular a los más grandes. Cuando Carlitos se pone atómico, no hay quien lo pare. Servicios eficaces, dejadas sutiles, restos dañinos, globos... Un repertorio completo. Zverev no encontraba ni un centímetro para pincharle.

Lo intentó por todos los medios, pero él era muy consciente de que la partida la tenía perdida. Aguantó como pudo el primer set (6-3), pero se dejó deslizar hacia la derrota en el segundo (6-1). No merecía la pena sufrir mientras Alcaraz se divertía. Y hasta la red quiso acabar con el martirio. Una bola golpeada por el murciano la rozó y se posó mansamente en la zona del alemán. La película terminó con esa secuencia.  

El nivel tenístico exhibido por la joya de Murcia se expresa en varios parámetros: su porcentaje de puntos ganados con su primer servicio rozó el 90 por 100. Apenas cedió seis puntos con él. 

Y esta exhibición trae un regalo bajo el brazo: el sábado se reencontrarán en el camino los dos jugadores llamados a imponer su ley la próxima década: Jannik Sinner y Carlos Alcaraz. El italiano lleva dieciséis victorias consecutivas. Pero Carlitos, con el juego sobresaliente desplegado el día de las abejas, no debe temer a nadie. 

Alcaraz: "No voy a mentir, tengo un poco de miedo a las abejas"

Tras el partido, Alcaraz reconoció que le tiene algo de miedo a las abejas después de que una invasión de cientos de estos insectos obligara a suspender el partido durante casi dos horas. "No voy a mentir: tengo un poco de miedo a las abejas", dijo el español entre risas y en declaraciones a ATP.

"Estaba viendo algunas abejas cuando estaba calentando (para reanudar el encuentro) así que no estaba al cien por cien con las abejas por ahí. Los árbitros me decían de intentarlo pero yo no estaba al cien por cien seguro de volver a empezar el partido", apuntó.

Solo se habían disputado 9 minutos de partido (1-1, 15-0 para Alcaraz) cuando el juez de silla ordenó detener el duelo en la pista central del torneo del desierto californiano porque esa "invasión de abejas" -en sus palabras- hacía imposible jugar. Alcaraz, que tenía a la mayoría de las abejas en su parte de la pista, sufrió una picadura sin mayores consecuencias y ambos tenistas se fueron corriendo al vestuario.

El origen del problema era una 'spidercam', una cámara en altura que se mueve suspendida por cables y donde se habían instalado cientos de esos insectos voladores.

 

 

Entonces entró en acción el inesperado salvador de la jornada: un apicultor que, armado con una aspiradora y asombrosamente sin ningún tipo de protección en la cara o las manos más allá de unas gafas de sol, se encargó de retirar las abejas de esa cámara y también de la pista y las primeras filas de las gradas.

El apicultor fue recibido entre aplausos por los fans y con sonrisas por los tenistas ya de vuelta en la pista, aunque Alcaraz no las tenía todas consigo cuando se reanudó el duelo porque seguía encontrando algunas abejas aisladas por ejemplo en su ropa y objetos.

 

 

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