El tenista murciano ya ha visto en el Palacio de los Deportes tres partidos del equipo universitario y se ha generado una relación de complicidad con Dylan Ennis.
GREGORIO LEÓN
A su alrededor hay alboroto. Cuando él aparece, todo es una sucesión de carreras, gritos y miradas ansiosas. Carlos Alcaraz es el tenista español más reclamado. En cualquier geografía del mundo despierta pasiones descontroladas. Un fenómeno sin igual. Y a pesar de las servidumbres que impone la fama, el murciano nunca abandona su sonrisa de serie, y tampoco deja de cultivar su pasión por el deporte.
El golf y el fútbol están por detrás del tenis, pero no pierde la oportunidad de agarrar los palos o de vestirse una camiseta, sea del Arsenal o de cualquier otro equipo, para jugar un partido entre amigos. Y ha habido un deporte que ha entrado en su vida, el baloncesto. Ha tenido que ver la relación en términos de admiración que tiene con Jimmy Butler, estrella de la NBA, quien no dudó en acercarse a Flushing Meadows en el último US Open para ver en directo al murciano. Una pasión creciente por el baloncesto, que le ha llevado a ser un rostro que frecuenta el Palacio de los Deportes. El UCAM Murcia CB ha convertido cada partido en una fiesta. Y Carlitos se apunta a todas las que puede.
El jugador murciano acudió por ver primera a ver un partido del equipo de Sito Alonso la temporada pasada, con la visita del Real Madrid. Y este curso se ha presentado citas, con el Joventut y el Surne Bilbao como oponentes del UCAM. Este sábado disfrutó de la victoria universitaria, junto a otro palmareño de resonancia mundial, el tatuador Ganga, que ha dejado impreso su arte en la piel de estrellas deportivas planetarias como Vinicius o LeBron James. Vive en una vivienda espectacular en Los Ángeles. Pero también se pone a pie de pista en el Palacio, junto a su amigo Carlitos, cada vez que puede. Y otro amigo que se coloca en primera línea es el rapero J. Higgz, ya un habitual del pabellón murciano.
Dylan Ennis tiene la categoría de estrella. Jugador que ha acaparado los afectos de la afición del UCAM Murcia CB, también se transforma en fan admirado de Carlos Alcaraz. Con él nació una relación de complicidad en el partido que los universitarios jugaron contra el Joventut, con el murciano otra vez a pie de pista. Una complicidad que se extendió al resto de jugadores, que quisieron involucrarlo en la victoria, con una foto grupal en el centro de la pista. Dylan Ennis no duda en pedirle a Alcaraz que pose a miembros de su familia, con él haciendo de fotógrafo.
Carlitos se alimenta de tenis. Es la gasolina de su vida. Pero también de baloncesto. Y sus visitas engrandecen aún más un proyecto expansivo, el del UCAM Murcia CB, que no solo convoca a seis mil aficionados de a pie en cada partido, sino también a celebridades.