El tenista murciano ganó al canadiense Auger-Aliassime por 6-1 y 6-1. Su rival en la final de los Juegos será Djokovic (Domingo 14:00h en directo por ONDA REGIONAL)
GREGORIO LEÓN
Carlos Alcaraz usa Instagram. Pero mira al pasado. Escucha reguetón, pero se asoma al ayer. Se tatúa símbolos íntimamente ligados a su biografía, como hacen tantos jóvenes hoy, y sin embargo, se remite al siglo anterior. Y por eso va derribando muros y registros de otros tiempos. Da igual la estatura del monumento, quién esté sobre el pedestal. Boris Becker, Mats Wilander, Roger Federer, John McEnroe... Todo va demasiado rápido, incluso para él, acostumbrado a correr para llegar a la meta antes que los demás. Hasta el momento sus récords se adscribían a los torneos del circuito. Pero hay otro que tiene en la mano, vigente desde hace cien años.
La joya de Murcia puede el domingo adquirir la condición de tenista más joven de toda la historia en ganar un oro en los Juegos Olímpicos. Vincent Richards lo consiguió con veintiún años y cuatro meses, también en París. Su rival será el serbio Novak Djokovic, al que venció hace poco en la final de Wimbledon, y que se deshizo del italiano Musseti en dos sets.
Felix Auger-Aliassime tampoco encontró antídoto contra el juego apabullante de Alcaraz, capaz de reducir a cualquiera, de borrarle todos los rasgos identificativos. El canadiense vivió un calvario. Una tortura insoportable.
El dominio en la escena de Carlos Alcaraz quedó patentizado en la primera manga. El murciano se puso las botas al resto, ganando la mitad de los puntos con sus respuestas defensivas. No tardó en hacer el firmar break para ponerse 2-1 luego de una doble falta del canadiense, que no aguantaba los peloteos largos, e incurría en repetidos fallos. Y se encontró enseguida con una nueva ruptura. Alcaraz ejecutaba passings, voleaba, alcanzaba bolas haciéndose de chicle... El desenlace era previsible: 6-1.
La desesperación creció para Aliassime en el siguiente capítulo. Intentó levantarse, sacando adelante al menos sus turnos de servicio. Pero al mínimo descuido se encontró con un quiebre, otra vez por culpa de una doble falta. Con su saque Carlos confirmó el break. 4-1. La secuencia de puntos era elocuente. Diez de los últimos doce. Nada podía ya salvar a Aliassime. El final de esta historia estaba escrito.
Carlos Alcaraz viaja a su primera final olímpica sin ceder ni un solo set en todos los Juegos. De otro mundo. Así es el murciano. De otro mundo.
La final entre Alcaraz y Djokovic se disputa este domingo 4 de agosto (no antes de las 14:00h) y podrá seguirse en directo en ONDA REGIONAL en un especial de EN JUEGO
