El jugador del Murcia confiesa que meditó marcharse en enero, y ve al equipo con opciones crecientes de entrar en el 'play off' de ascenso a Segunda.
GREGORIO LEÓN
Hace menos de un mes, el Real Murcia se hundía en la miseria en Melilla. Un triste empate dejaba al descubierto todas sus vergüenzas y limitaciones, y le empujaba hacia el légamo de la clasificación. A solo siete puntos del descenso, el 'play off' era solo un punto lejanísimo en el horizonte, apenas perceptible. En esos momentos estaba a once puntos de la zona que debía corresponderle. Hasta los más optimistas en la zona noble del estadio Nueva Condomina-Enrique Roca veían temblar sus convicciones. Pero el fútbol a veces reserva un giro de trama que altera la narración. Aquel Murcia desencuadernado, sin alma ni futuro, ha dado paso a un equipo articulado, con un sentido mosquetero del juego, capaz de resistir todos los vientos y dificultades. Y así, desde la humildad, ha producido a un ritmo tan alto que ahora está a solo seis puntos de la promoción de ascenso.
La transmutación no responde a un solista, sino al trabajo colectivo. Futbolistas que estaban han multiplicado sus prestaciones. Los nuevos han llegado con hambre. Y esa mezcla da el resultado de un nuevo Murcia que empieza a olfatear a los de arriba. Y entre los jugadores que han mejorado sensiblemente su producción figura Dani Vega. El jugador ha confesado en REGIÓN DEPORTIVA que no se reconocía a sí mismo. "No era yo", ha dicho. Se planteó salir, pero al final adoptó una resolución firme: se quedaría para triunfar en el Murcia.
Ahí lleváis la entrevista completa...