Felipe Moreno, complacido con la plantilla del Real Murcia, da vía libre a Asier Goiria para que trabaje en dos incorporaciones en enero que la completen, dejándola redonda para pelear por el ascenso.
GREGORIO LEÓN
El ascenso a Segunda es imperativo para el Real Murcia. Es un pensamiento obsesivo que anida en la zona noble del estadio Nueva Condomina. La tentativa fallida del primer año de la era Felipe Moreno trajo enseñanzas para el segundo. Fueron muchos los fallos y las disfunciones. Y desde el ejercicio del prueba-error, da la impresión de que por fin el club ha armado un equipo de trabajo preparado para transportar al Murcia a la Segunda División. O cuando menos, a estar en la batalla hasta la última jornada.
Para empezar, se ha revelado un acierto el fichaje de Fran Fernández, quien ya estuvo cerca de llegar a Murcia el año pasado. Pero su ascenso con el Alcorcón abortó esa posibilidad, y a partir de ahí se inició un largo casting infructuoso que terminó con una elección precipitada: Gustavo Munúa. Con el uruguayo el equipo fue un desastre. Ni había trabajo ni sintonía. Pablo Alfaro, con su buenismo, precedido de más fracasos que éxitos deportivos, tampoco presagiaba nada bueno. Su gloria se quedó atrás, cuando se vestía de corto.
Asier Goiria llegó a la dirección deportiva. No entraba en su cabeza fichar a Fran Fernández. Pero le bastó un encuentro con él para apercibirse que era el hombre. Y a partir de ahí fueron cayendo unidades para dar forma a la plantilla actual, de más calidad, con más amplitud. Con menos arrugas y más ganas. Incluso Felipe Moreno, con sus contactos internacionales, inyectó calidad con dos futbolistas que él trajo desde Brasil: Joao Pedro Palmberg y Cadorini. El primero está siendo una sensación. El segundo progresa con más lentitud.
Y a pesar de las bajas y lesiones, las prestaciones del Murcia no han bajado, aunque se borrara la sonrisa de satisfacción el domingo, por culpa de la derrota en Ceuta. Pero el análisis no se ha modificado. Ni la tasación de la plantilla. En los despachos de Nueva Condomina tienen un alto concepto de los futbolistas que la engrosan. Y sostienen firmemente que solo serán necesarios dos incorporaciones, dos retoques, para prestarle aún más potencia y que haga cumbre en mayo con el ascenso a la Segunda División. Felipe Moreno no quiere escatimar. El ascenso es casi una cuestión de honor. Una derrota, aunque sea en noviembre, un navajazo. Una victoria, queroseno metido en sangre. Así vive cada jornada el presidente del Real Murcia. Asier Goiria tiene carta blanca para fichar. Solo serán necesarias dos unidades. Pero deben ser certeras. El director deportivo grana ya trabaja en esa dirección, garbillando el mercado y filtrando nombres.