El Deportivo de la Coruña desnuda al equipo albinegro, que se queda colista en Segunda División, a seis puntos de la salvación.
GREGORIO LEÓN
El Depor se puso las botas en el Cartagonova. No tiene pulso el Cartagena, extraviado, sin brújula. Haciendo oposiciones al descenso. El equipo albinegro ha tocado fondo, también desbordado por su oponente, que venía de cambiar a su entrenador, y que jugó a su antojo.
A los seis minutos Yeremay ya había hecho el 0-1. Con la defensa desaparecida, el goleador deportivista enchufó el primero. El Deportivo llegaba con total comodidad, y Pablo Campos salvó el segundo, antes de que Ximo Navarro empeorara en el horizonte al anotar el 0-2. En ese momento estallaron los silbidos. Un remate al larguero de Gastón Valles prendió un hilo de esperanza. Pero duró nada. Tras el descanso Barbero puso el 0-3. Y los gritos de "¡Belmonte, vete ya!" se multiplicaron en las gradas irritadas del Cartagonova.
El destino del partido parecía escrito. Pero en el deporte el relato se puede modificar en cualquier momento con un giro de trama. Dani Barcia, en propia puerta, después de un centro artístico de Escriche, llenó de viento las velas que movían al Cartagena. Los gritos de protesta mutaron a palabras de ánimo. Regresaba la esperanza. Que murió en el 87. Un contragolpe del Depor fue letal. Herrera ajustició al equipo de Jandro. Y Yeremay se ensañó, haciendo el 1-5.
El Cartagena se queda a seis puntos de la salvación.