El presidente del Real Murcia denuncia que hay accionistas que actúan contra el club, impugnando el plan de reestructuración. Moreno revela que ha cerrado el acuerdo con Mauricio G. De la Vega y ve opciones de 'play off'
GREGORIO LEÓN
El plan de reestructuración promovido por el Real Murcia para dejar su deuda privada en apenas medio millón de euros está atascado. Las diferentes impugnaciones y alegaciones que ha recibido están suponiendo un freno en el proceso emprendido por la entidad grana para sanearse. Y Felipe Moreno ha estallado: "Estoy muy dolido. Están apareciendo muchas piedras en el camino. Personas, y no voy a dar nombres, que actúan contra el Murcia, con una batería de abogados... Personas que no quieren al Murcia, solo sus propios intereses". El presidente grana no ha desvelado ninguna identidad, pero sirve de pista inequívoca aquellos accionistas que impugnaron la última junta de accionistas y anunciaron que harían lo propio con el plan de reestructuración: Julián Luna, Agustín Ramos y Enrique Roca. El dirigente grana señala esta actitud contraria a los intereses de la entidad en oposición a la respuesta positiva y solidaria que dieron los pequeños accionistas, adheridos al plan, que recibió un apoyo muy alto en las votaciones de la junta celebrada en la sede del club el pasado mes de diciembre. Moreno ha recordado que el plan implica sacrificios, pero el primer afectado es él, al perder los 6,8 millones de euros aportados para darle estabilidad al club. Un capital, el suyo, de casi siete millones, que también va a cero.
El máximo accionista de la entidad reveló en esta entrevista a Onda Regional que el acuerdo con Mauricio G. De la Vega está cerrado. Se encontraron recientemente en Dallas, a donde voló expresamente el administrador de Iconos Nacionales desde Guadalajara: "Eso lo tengo arreglado. Y los abogados cerrarán los flecos". Esta noticia es de gran impacto. Felipe Moreno da cumplimiento a una de las promesas que hizo antes de tomar el control del club: desjudicializarlo. El Murcia cancelará un problema mercantil que arrastra desde 2018, que parece irresoluble, y ha dejado siempre en incógnita la titularidad real de la entidad.
Felipe Moreno, fiel a su optimismo irreductible, ve al Real Murcia entrando en la promoción de ascenso a Segunda División. La victoria ante el Atlético Baleares ha hecho rebrotar la esperanza y considera que las opciones de ingresar en 'play off' se mantienen intactas, con una segunda vuelta por delante. Le presta apoyo expreso a Pablo Alfaro, y descarta un cambio en el banquillo: "El relevo de un entrenador no te garantiza nada. Y lo digo por mi experiencia, con un ejemplo, el de Garitano en el Leganés. Se quedó y acabamos subiendo a Primera". Felipe Moreno tampoco carga las críticas contra Javier Recio, el director deportivo: "La varita mágica no la tiene nadie. A lo mejor debimos quedarnos con tres o cuatro jugadores de la columna vertebral del año pasado. Pero no lo ha hecho mal".
El club ya ha celebrado contactos preliminares con la Agencia Tributaria, a fin de obtener un acuerdo singular, que se cimenta en un pago inicial de un 10% de la deuda ya fijada con la Agencia Tributaria (6'2 millones) y el abono de la cantidad restante en un plazo de tres años. El Murcia intentará, a través de este pacto, conseguir el certificado correspondiente de estar al corriente de pago y, si no lo hace, Felipe Moreno está dispuesto a buscar fórmulas complementarias, bancarias o con aportaciones de un nuevo socio privado, con el objetivo de limpiar cuanto antes al Real Murcia de toda su deuda pública.
Escucha aquí la entrevista completa en Región Deportiva.
