El presidente del Real Murcia quiere meter a 25.000 personas en el próximo partido, ante el Intercity.
GREGORIO LEÓN
En unos pocos días se cumplirá un año de la llegada de Felipe Moreno al Real Murcia. Y en ese tramo temporal, el cordobés solo ha tenido dos momentos de bajón, de preguntarse "¿dónde me he metido?" Dos momentos conectados a sorpresas económicas y jurídicas. Pero enseguida se zafó de la depresión. Al día siguiente el ánimo se le había disparado de nuevo. Si algo distingue al presidente del Murcia es el optimismo innegociable, que en ocasiones viaja más allá que el de los propios aficionados. Cuando más llovía, con la clasificación dictando con toda crudeza la situación del equipo, haciendo borrosa en el horizonte la cabeza de los primeros puestos, él repetía: "Queda mucha liga, queda mucha liga. Y lo peor ya ha pasado". Un acto de fe.
Después de que el Murcia tocara fondo en Melilla fueron muchos los que ya hablaron de temporada de transición, de campaña perdida. De repetición de curso. Pero a él los números todavía le salían. Era cuestión de ser pacientes y reformar una plantilla que, a ojos de todos, estaba insuficientemente capacitada para alcanzar los objetivos anhelados. Llegó la depuración. Y los fichajes le dan la razón a Felipe Moreno. Y a Javier Recio. La ponderación es imprescindible para no incurrir en injusticias. Y de la misma manera que el director deportivo erró en verano, con el fichaje de Montoro como ejemplo más significativo, en invierno ha dado con la tecla. La autoría de los goles granas en El Collao es una prueba inequívoca.
En los once meses que Felipe Moreno lleva al gobierno del club hay dos cosas inesperadas, que le han dejado con la boca abierta: la fuerza de la afición y la calidad humana de los trabajadores del club. A los segundos dedicó palabras elogiosas en el encuentro que celebró este martes en el palco de honor de Nueva Condomina, reivindicando su papel. A los hinchas se rindió ayer con unas frases que dejó delante del micrófono de Onda Regional: "La afición del Murcia es increíble. En todo el tiempo que llevo en esto, no he conocido una afición tan entusiasta y entregada". Aun en los tiempos de mayor desencanto, las entradas en el estadio no han bajado de los diez mil espectadores. Y Felipe Moreno quiere meter 25.000 en la siguiente cita. Dejó escrito Baroja en La lucha por la vida que hay que alzar el arco mucho, para que así la fecha llegue muy lejos, lo más que pueda.
El presidente grana salió muy complacido de Alcoy. Y escrutando las caras de los jugadores, a los que fue saludando individualmente al bajar del autobús recién llegados al estadio, sospechaba que iba a ser una tarde de fiesta, por muy fuerte que sonara el viento, por mucha agua que cayera. No lo disimula: con una voz que se impone al constipado que le ha agarrado: está satisfecho por los fichajes hechos. Ahora sí. Están los que deben estar. Y el 'play off' llegará. Solo hay que dejar trabajar al tiempo. .