El presidente del Real Murcia, disconforme con la marcha del equipo, va a celebrar esta semana una reunión con el entrenador y el director deportivo, para escuchar su diagnóstico y buscar soluciones.
GREGORIO LEÓN
Al Real Murcia se le ha olvidado ganar. Y el mes de noviembre ha robado al equipo el liderato y lo ha relegado en la clasificación. El primero queda a cinco puntos. El dato es inquietante. Pero hay otro que empieza a serlo también: está a solo un punto de ser expulsado de la zona del 'play off'. La afición salió anoche de Nueva Condomina decepcionada. El equipo es en casa el mejor amigo posible, donde sus registros son impropios de un aspirante al ascenso: posición número trece, a la que llega por culpa de un saldo de solo nueve puntos sobre veintiuno posibles. Anda mohína la afición y también el presidente. Felipe Moreno no puede entender el desplome del equipo, y no encuentra razones para que ayer ni siquiera fuera capaz de ganar al Atlético Sanluqueño, en posición de descenso. Y más cuando venía de varios tropiezos, que le obligaban a una reacción rebelde. No fue así. A este Murcia también le falta espíritu de sublevación, de responder con orgullo a situaciones adversas.
El presidente del Real Murcia no estuvo en directo viendo el partido en Nueva Condomina. Le pilló regresando a España, procedente de Brasil. Pero lo siguió, a través de internet. A Moreno no se le escapa que hay un problema en el área. No aprecia déficits en defensa, o en la zona de creación, pero sí en el territorio de la definición. Pedro Benito, José Ángel Carrillo, Raúl Alcaina, Cadorini... suman muy pocos goles. Y por ahí se le están fugando victorias a las que se hace acreedor el conjunto que dirige Fran Fernández. La preocupación es máxima. El presidente grana va a celebrar una reunión esta semana con el director deportivo y con el técnico. Quiere escuchar el diagnóstico de Asier Goiria y Fran Fernández, a fin de buscar la solución a los problemas que están impidiendo que el Murcia ocupe la posición anhelada. A Felipe Moreno no le entra en la cabeza otra cosa que el primer puesto. En el curso anterior, un billete para el 'play off' podía ser válido. En este, no es suficiente. Sin el Córdoba y Málaga, y consciente de los peligros que entraña una promoción de ascenso, agotado el comodín de primer año de gestión deportiva, es un imperativo la primera plaza. De ahí el disgusto de Felipe Moreno, que camina al compás de los aficionados.
No hay debate sobre la continuidad de Fran Fernández. El máximo accionista del Real Murcia confía en su equipo de trabajo, pero también le pide soluciones. La temporada no va como se preparó. Ser terceros no era el objetivo. Y el hincha, muy sensible a los vaivenes, se lo está haciendo pagar al equipo. Este domingo la entrada fue inferior a otras ocasiones: poco más de 11.000 personas. Muchos seguidores, hartos de salir con el gesto torcido de Nueva Condomina, prefieren quedarse en casa. Con un Murcia protagónico, mandón, instalado en la cumbre de la clasificación, las entradas rozarían los 20.000 espectadores, a no dudar. La marcha errática del equipo también está frenando iniciativas para llevar más público al estadio. Todo va encadenado. Hay promociones e ideas que han quedado en pausa. Felipe Moreno es consciente de que primero hay que dar para luego recibir. Y en este mes de noviembre el equipo solo ha dado malas noticias. Los resultados, como el algodón, no engañan.