El equipo albinegro gana por 1-2 al Racing de Santander. Luis Muñoz, de penalti, y Jairo, autores de los goles.
GREGORIO LEÓN
El Cartagena, tímido, medroso, desestructurado, sin destino ni futuro, de Abelardo, ha dado paso a un nuevo equipo, más articulado. El nuevo catecismo de Jandro Castro ya depara efectos directos. El Racing de Santander había encadenado una secuencia de cuatro victorias consecutivas, hasta que se encontró con este nuevo Cartagena.
El equipo, en vez de acularse, aceptando su condición de yunque, la que lastimosamente mostró en Oviedo, fue atrevido. Y fue creciendo ofensivamente, desplegándose en peligrosos contragolpes e incidiendo por los dos costados. Fue así como llegaron las manos de dentro del área de Manu Hernando. Luis Muñoz ejecutó el penalti de manera impecable.
Cuando el clima cambia, hasta la suerte se pone de tu lado. Un portero tan fiable como Ezkieta le dio una patada al aire. El balón le cayó a Jairo, que embocó.
Jandro puso piernas frescas sobre el césped de El Sardinero. Cedric, Hugo González, Ortuño y Jorge More aparecieron en escena. El Racing intentó reaccionar, anotando el 1-2, firmado por Andrés Martín, máximo realizador de Segunda. Pero el Cartagena aguantó hasta el final.