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Las lágrimas de Carlos Alcaraz

El tenista murciano lamenta no poder competir en Barcelona y ser duda para Madrid, donde sus amigos más íntimos pueden verlo en directo. "Djokovic no es vulnerable", confiesa a "La Vanguardia".

GREGORIO LEÓN
16 ABR 2024 - 17:27
Alcaraz
Carlos Alcaraz, en la edición del año pasado del Godó. Foto: Conde de Godó
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Las lágrimas de Carlos Alcaraz
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GREGORIO LEÓN

Para Carlos Alcaraz, el mayor peaje que debe pagar por ser una estrella del tenis es permanecer mucho tiempo alejado de sus amigos, sin posibilidad de disfrutar del círculo creado cuando era un niño, y que se mantiene inalterable hasta este momento. Es la mayor servidumbre que le impone su condición de deportista de élite, obligado a pasar muchos días del año viajando de un sitio para otro. Y por eso le produce una singular emoción jugar en España, en el torneo Conde de Godó y en el Mutua Madrid Open. Que esos amigos de toda la vida pueden verlo en directo. Que reciban ese regalo. Pero en Barcelona no va a ser posible. La lesión que Carlitos sufre en el antebrazo le ha hecho bajarse de un torneo que lo ha mimado. Y el domingo, al ver que su cuerpo no reaccionaba como él quería, que las sensaciones eran incompatibles con la alta competición, no pudo reprimir las lágrimas. A veces no acuden a su rostro por culpa de una derrota, de una eliminación prematura, pero sí por frustrar los deseos de sus más íntimos. Así lo ha confesado en una entrevista concedida a La Vanguardia.

Alcaraz, en la misma entrevista, confiesa su deseo de reencontrarse con Jannik Sinner, y también dedica elogios indisimulados a Djokovic, que parece en horas bajas, que sin embargo no modifican el altísimo concepto que Carlitos tiene del serbio: "Novak no es vulnerable, para mí", dice el tenista murciano, en un ejercicio de sinceridad.

El tenista nacido en El Palmar, en la línea expresada en la corta comparecencia pública de este lunes, no asegura su presencia en el Mutua Madrid Open. La procesión va por dentro. El dolor. La frustración. Las lágrimas furtivas que se le escaparon el domingo. Pero Carlos Alcaraz intenta sacar su mejor sonrisa. Ya vendrán mejores tiempos. Y la posibilidad de jugar junto a Rafa Nadal en los Juegos Olímpicos de París. Una posibilidad que ya le hace salivar. A él y a nosotros.     

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