El Murcia pierde por 0-2 ante el Ibiza y cae a la tercera plaza. Ian Forns fue expulsado. 15.261 espectadores vieron el partido en Nueva Condomina.
GREGORIO LEÓN
A la mamba negra le persigue una leyenda bien ganada. Su mordedura es letal. Su veneno está concebido para matar. Así es este Ibiza que se presentó en Nueva Condomina. El Murcia intentó clavar sus colmillos, pero los que iban llenos de veneno mortífero eran lo del rival. En nueve minutos dejó sin vida a su presa. La secuencia de derrotas crece, llegando a tres consecutivas donde debía ser inviolable, en casa, con una famélica producción goleadora, reducida a dos goles en cinco partidos. La hinchada local vivió otro día de pesadilla, rendida ante la evidencia de que el Ibiza es mejor, como expresan elocuentemente sus victorias reiteradas para robarle el liderato al Murcia. Un huracán que va dejando destrucción a su paso. El macho alfa es el Ibiza.
A toda mecha. Así comenzó el Real Murcia. Con un fútbol en el que estaba implicado el vértigo, le apretó las tuercas al enemigo, que tuvo que afanarse para defender el fuerte. Las acometidas llegaban por todos los sectores, y hasta la grada pidió un posible penalti sobre Flakus. Un balón filtrado a Palmberg le brindó una oportunidad extraordinaria a Pedro Benito, pero al delantero le faltó la determinación que pedía la jugada. La colección de ocasiones crecía. Davo dibujó un pase muy prometedor. Y Palmberg le pegó con más fuerza que colocación. Un mano a mano que se iba al limbo. El Ibiza dio la réplica con dos disparos, uno de Bebé y otro de López Pinto.
El Real Murcia se encontró con un directo a la mandíbula cuando los jugadores ni siquiera se habían asentado sobre el campo en la segunda mitad. Álex Gallar, con la calidad que atesora, sintonizó con Bebé, colado entre los centrales granas. Jorge Mier llegó tarde para salvar lo inevitable. Y el ex del Rayo fusiló a Gazzaniga. Las cosas se ponían de color hormiga. Y empeoraron cuando Javi Jiménez, con una definición primorosa, mandó la pelota a un ángulo imposible. 0-2. El gol apagó todas las luces del Real Murcia. Y como todo es susceptible de ir a peor, Ian Forns se fue a la calle con una tarjeta roja, muy rigurosa, que dejó a los grana con diez.
Negocio ruinoso del Murcia, que además de verse desalojado de la primera plaza, pierde el 'golaverage' respecto al Ibiza y se ve ya incluso amenazado de salir del 'play off'. Un desastre bajo la lluvia.