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Negociaciones abiertas para que Jimbee compre el Cartagena

Duino Inversiones, dispuesta a rebajar los 16 millones iniciales de venta. Belmonte negocia paralelamente con dos inversores extranjeros, que estuvieron viendo el Cartagena-Albacete.

GREGORIO LEÓN
22 DIC 2024 - 14:00
Jiménez Bosque
Miguel Ángel Jiménez Bosque, junto a Paulo Roberto. Foto: Jimbee

GREGORIO LEÓN

El sentido práctico por encima de la animosidad. Orillar aversiones y antipatías para sacar adelante un negocio. Desde hace unos días el bloque de hielo ha empezado a derretirse por el trabajo de una llama que ya lo calienta. La enemistad de Francisco Belmonte y Miguel Ángel Jiménez Bosque parecía abocar al fracaso la compra-venta del Cartagena por el dueño de Jimbee. Pero la situación se ha modificado esta semana. Duino Inversiones, sociedad propietaria del club albinegro, participada al 85 por 100 por Fernando Carreño más un 15 por 100 en manos de Belmonte, está dispuesta a rebajar el precio inicial de venta, cifrado en 16 millones de euros. La operación con el empresario Enrique Martí quedó cerrada en una cifra neta de 14,5 millones. Pero el empresario valenciano, pese a las múltiples reuniones celebradas y los contratos redactados, con modificación de fecha incluida, no ha aportado ni un solo euro. Y ha quedado abierta la opción Jiménez Bosque. 

Belmonte, renuente hasta hace poco, está empezando a dejar la puerta entornada. Donde antes había negativas terminantes ahora hay posibilismo. El tiempo apremia. Y se ha puesto a correr como un galgo en contra del Cartagena. El equipo está enfangado de barro, con la salvación de cada vez más cara. Y el club podría venderse por debajo de los 14,5 netos cerrados con Martí, siempre y cuando la parte compradora dé signos inequívocos. Andrés López, con el mandato desde hace meses para articular la operación jurídicamente, ya solo se fía de hechos.

Todos los puentes parecían volados entre Belmonte y Jiménez Bosque. Pero esta semana ya se celebró en Murcia una reunión para tender una línea de conexión. Un emisario del dueño del Jimbee conoció las condiciones por las que se vende el Cartagena: en ningún caso, por los siete millones inicialmente ofertados por Jiménez Bosque, a través de persona intermediaria; posibilidad de rebajar el precio inicial; aportación de un millón para el reforzamiento del equipo; opción de fraccionamiento del monto completo de la operación de aquí a que concluya la temporada futbolística. El propietario del Jimbee está valorando la situación. La flexibilización que ha encontrado puede abonar el terreno para profundizar en la operación, y llevarla a término. Está dispuesto a elevar su planteamiento inicial, porque sabe que con los siete millones de partida se queda corto. Camina con tiento. No quiere dar un paso en falso. Tiene otros empresarios y socios en esta aventura, que lo apuntalarían económicamente, haciendo posible la compra-venta. Y pretende abordar personalmente, ya cara a cara, a finales de la próxima semana. Es consciente de que tiene el respaldo de la gran parte de la ciudad, que lo ve como un empresario de éxito capaz de asaltar los cielos y romper el predominio monolítico de Barcelona, Inter y Pozo en el fútbol sala. Su gestión ha sido impecable. Y en su cabeza está aplicar la misma receta para el fútbol. Además, coincide con los actuales responsables del Cartagena en un imperativo: la plantilla debe ser reforzada a la voz de ya, a fin de que el equipo no se despeñe a la Primera RFEF.  

De Florian a la ruptura de relaciones

La génesis de la relación Belmonte-Jiménez Bosque se localiza cuando el Cartagena, con un claro problema de relación con el gol, encontró la posible solución en un jugador francés: Thierry Florian. El monto del fichaje para la segunda vuelta del campeonato era de 200.000 euros. Sobre la mesa apareció la posibilidad de que Jiménez Bosque financiara de la operación a cambio de adquirir el 10 por 100 de las acciones del club. La opción pareció verse inicialmente con buenos ojos por Belmonte, pero luego decayó. Aun así, las conversaciones prosiguieron y Jimbee se convirtió en empresa patrocinadora del Cartagena, con un contrato de 3 años a razón de 30.000 euros aproximadamente, cada ejercicio. El club albinegro encareció el patrocinio cuando saltó al fútbol profesional, pidiendo en Segunda a Jimbee una cantidad cercana a los 120.000 euros, según aseguran a Onda Regional fuentes que intervinieron directamente en estos contratos de patrocinio. Y ese el principio del fin. La relación se fue deteriorando, con una lenta pero inexorable erosión, hasta el momento presente en el que exigencias del guion (a Belmonte le aprieta el zapato; Jiménez Bosque ve una oportunidad excepcional de entrar en el fútbol, caza mayor, para salvar al club de su ciudad) redibujan un escenario en el que un acuerdo puede ser factible.     

La opción extranjera

Paralelamente, el club negocia con otros posibles compradores, que tendrían conexión con el antiguo Racing Cartagena Mar Menor, aunque este extremo no ha podido ser confirmado. El viernes dos inversores extranjeros se reunieron con Francisco Belmonte. Es la opción foránea que ha aparecido. No son enviados ni representantes, y acometerían directamente la operación de compra-venta. El club ya les ha transmitido sus propósitos: precio de venta y condiciones. Y un requisito: tienen de plazo hasta el 31 de diciembre para señalizar la operación, con un mínimo de un millón de euros que el Cartagena necesita de manera urgente para ir al mercado de invierno y reformular su plantilla. Estos dos inversores de capital extranjero vieron el partido Cartagena-Albacete. Las negociaciones las está llevando directamente el presidente de la entidad.

En las últimas horas también ha habido llamadas y tentativas, a través de un fondo de inversión de Dubái. Pero el Cartagena se remite a un principio inviolable: solo le dan crédito a quien ofrezca garantías económicas y las traduzca en aportaciones económicas.

 

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