El técnico abandonará el banquillo del Barcelona el 30 de junio. "No quiero ser una rémora. Me voy", anunció el catalán tras la derrota del Barça frente al Villarreal
GREGORIO LEÓN
3-5. El partido de ayer en Montjuic no solo fue un partido de fútbol y una celebración del gol. También un thriller y una estocada mortal al crédito de Xavi Hernández, que se ha visto sin capacidad para gobernar el banquillo del Barcelona más allá del 30 de junio. Las ruedas de prensa de los entrenadores suelen estar pobladas de preguntas rutinarias y respuestas tópicas. De conceptos manoseados que en la mayor parte de los casos ni dan ni para un titular. No fue así la de Xavi, que soltó la bomba. "El club necesitaba un cambio de dinámica y pensando en los jugadores, se van a liberar, jugamos con demasiada tensión y pensando como culé y hombre club lo mejor es irme".
Xavi Hernández abundó en sus explicaciones para justificar una decisión de profundo impacto: "Creo que está decisión destensa la situación. He pensado en el club y me siento bien. Hace días que lo tenía decidido, pero de una manera me he liberado, y como no quiero ser una rémora, me voy. El club me tendrá siempre. Yo quiero ser una solución, y creo que ahora el sentido común, lo mejor es dejar el 30 de junio. Así lo hemos acordado con el presi, que es la hostia, va 'pa alante', todos son muy válidos en la dirección deportiva". Sus palabras han reverberado hasta en el último rincón del planeta fútbol, por la figura icónica de Xavi para el barcelonismo, y las implicaciones que pueda tener esta decisión en la proyección futura. Para empezar, se abre el casting para encontrar nuevo entrenador.
La derrota del Barcelona ante el Villarreal deja a los azulgrana a diez puntos del líder de la Primera División, el Real Madrid, que ganó con apuros en Las Palmas. Se vio obligado a remontar y solo encontró la victoria con un gol de Tchouameni en el minuto 84.