El entrenador prefiere seguir en el banquillo grana la próxima temporada, a pesar de la atrayente propuesta que ha recibido
GREGORIO LEÓN
Adrián Hernández tiene mercado. El fecundo trabajo hecho en su debut en un banquillo grande ha llamado la atención. El Real Murcia ha tenido esta última campaña el décimo prespuesto del grupo IV, y aun así, el equipo ha sido capaz de alcanzar el octavo puesto, ganar la Copa Federación y hasta eliminar al Racing de Santander en la Copa, antes de que el Leganés lo parara en seco. Su gran personalidad motivadora, como plus psicológico que refuerza sus conocimientos futbolísticos, lo ha metido en agendas de varios clubes. Y uno de ellos, integrante de la Segunda División "B", ha ido más lejos, lanzándole una oferta, muy atractiva en términos económicos. De aceptarla, Adrián Hernández cobraría más de el doble de lo que percibe actualmente en el Real Murcia.
Pero el técnico prefiere desoír proposiciones. Su sueño siempre fue entrenar al Real Murcia, y lo ha visto cumplido esta temporada. En su cabeza no hay otra idea que seguir alimentándolo, crecer al compás del equipo, y llevarlo en el próximo curso al 'play off' de ascenso, siempre y cuando el club le confíe de nuevo la responsabilidad técnica. En la cúpula directiva están profundamente satisfechos de su trabajo. El Consejo de Administración cuenta con él. Pero tampoco ignoran sus diferencias con Julio Algar. No hay sintonía entre director deportivo y entrenador, y las disensiones han sido visibles. Esa es una ecuación que deberá resolver el equipo directivo grana. De momento, los esfuerzos conciliadores no han generado resultados palpables. Entre Adrián y Julio Algar solo hay hielo.