El empresario aguileño estudia entrar en la cuarta fase de la ampliación de capital, como paso previo a tomar el control del club
GREGORIO LEÓN
El nombre de Alfonso García lleva orbitando en torno al Real Murcia varios meses. Desde el pasado mes de octubre ha celebrado varias reuniones con Francisco Tornel, buscando hacerse con el gobierno grana. Y en los últimos días se han detectado avances sensibles. El empresario aguileño espera recibir esta misma semana detalles precisos del estado económico real del club, documentación que ha reclamado con insistencia, y a la que no ha tenido acceso aún. Esa información la considera esencial. No quiere dar ningún paso en falso. Pero los progresos no solo se limitan a eso. El aguileño, proactivo durante los últimos días, está considerando la posibilidad de acceder a la cuarta fase de la ampliación de capital, que se pondrá en marcha el próximo día 26 de mayo, siempre y cuando que el equilibrio de fuerzas le permita obtener el paquete accionarial mayoritario. Así lo cuentan a Onda Regional fuentes muy próximas a Alfonso García.
El propósito del expresidente del Almería es hacerse con la gobernanza del Real Murcia con el tiempo suficiente para acometer la estructuración deportiva del curso siguiente, con una idea medular: que el Murcia esté arriba, presentando candidatura al ascenso a Segunda División. Alfonso García quiere que el año próximo sea el último del equipo grana en el pozo tenebroso de la Segunda División "B". Y según revelan personas de su más absoluta confianza, será preciso revitalizar la plantilla con refuerzos de máximo nivel, a fin de convertir al Murcia en opositor al ascenso. Adrián Hernández seguiría dentro de ese proyecto, desde el banquillo. De forma paralela, tiene en su agenda establecer un calendario de pagos con Hacienda y Seguridad Social.
Alfonso García también pretende que la afición grana no dibuje una imagen distorsionada de él. Según personas que trabajan codo con codo junto a él, no es un nuevo Jesús Samper que tenga la idea de desembarcar en el estadio Enrique Roca para llevar al club a gastos suntuarios, desproporcionados. Y exhibe su gestión en el Almería como aval incuestionable.
El aguileño, aunque cuenta para sus proyectos deportivos con personas de confianza, incluso en su propio ámbito familiar, no pretende que los cambios sean traumáticos, y se inclina por una transición suave, sin que activos del club como Francisco Tornel quedaran inmediatamente desplazados. Alfonso García pone en muy alto valor los esfuerzos desplegados por el notario para mantener vivo al Real Murcia, acudiendo en su auxilio en los momentos más críticos, cuando el club estaba al borde del naufragio total.
De cristalizar esta operación, falta por conocer qué peso otorgaría en sus esquemas Alfonso García a hombres que, en menor proporción que Tornel, pero también salvadores en situaciones de zozobra: Enrique Roca, Mariano Albaladejo... Su contribución ha sido esencial para que el club haya esquivado la liquidación. Cuando otros empresarios se pusieron de perfil, ellos se arremangaron inyectando liquidez que permitió al Real Murcia pagar deudas acuciantes.