El Real Madrid, el Barcelona, el Atco. Madrid y el Sevilla también se adhieren a esa iniciativa, para incluir a sus filiales
GREGORIO LEÓN
Una Segunda División "B" que esté constituida solo por los mejores. Regida por criterios estrictamente profesionales. Esa es la idea eje del proyecto Segunda B-Elite, promovida por una bolsa amplísima de clubes, que quieren frenar las consecuencias que se derivarían si la Federación Española lleva hasta el final sus planes y anula los descensos este año, con lo que se crearía un excedente de equipos (98), limitando de manera extraordinaria las posibilidades de ascenso, que quedarían reducidas a apenas un 4 por 100.
Altamente preocupados por el horizonte que ya empiezan a avizorar, estos clubes se han movilizado, unificando las ideas que han puesto en común durante los últimos días, para crear un documento, al que ha tenido acceso Onda Regional, y que recoge los criterios rectores de la próxima temporada en esta división que estrenaría nomenclatura: Segunda B-Elite. La engrosarían los 12 equipos que en este curso juegan el 'play off', pero que no asciendan, los 4 que desciendan de Segunda, y del quinto al décimo de cada grupo, ambos inclusive, de la actual temporada.
El Real Murcia y el UCAM Murcia ya han firmado esta propuesta, y el Yeclano va a estudiarla. El parecer del club azulgrana coincide con el de los equipos capitalinos: ve inviable una Segunda División "B" con un centenar de equipos luchando a dentelladas por un ascenso improbable. Y cuatro clubes de linaje en Primera División (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla) también se han adherido a esta proposición, con el fin de incluir en esa nueva división a sus filiales. Y así, hasta 40 clubes se han incorporado a ese proyecto destinado a modificar la estructura actual de la categoría de bronce del fútbol español.
Los clubes renunciarían a la subvención ofrecida por la Federación (Impulso 23), pero a cambio, asumirían en un 90 por 100 la explotación de la venta de los derechos televisivos. De manera pararela, la Segunda B-Elite buscaría grandes patrocinadores principales, que generarían ingresos a repartir entre todos los equipos participantes.
Además, en el afán profesionalizar que inspira este proyecto, todos los clubes estarían sujetos a un mecanismo férreo de control económico.