La cantidad, que rondaría los 3 millones de euros, permitiría al club establecer calendarios de pagos con Hacienda y Seguridad Social
GREGORIO LEÓN
Desde la zona noble del estadio Enrique Roca los dirigentes del Real Murcia no paran de darle vueltas a la cabeza, buscando fórmulas que aseguren la viabilidad del club. Son plenamente conscientes de que la ampliación de capital, que se pone ya en marcha esta semana, para resolver el corto plazo, pero no el medio ni el largo. Los responsables del área estratégica están evaluando la posibilidad de recurrir a fondos de deuda. Es cierto que el club tendría otra vía, conseguir un préstamo bancario. Pero enseguida toparía con dos problemas. El primero alcanza a muchos clubes de fútbol. Los bancos son renuentes a abrir líneas de crédito con las sociedades deportivas, a pesar de que se ha reducido su volumen de endeudamiento. Y el segundo atañe directamente al Murcia: al no tener todavía el auto de cumplimiento de convenio, el club se encontraría con una negativa si se sienta a negociar con un banco.
Siendo inviable a corto plazo usar esa vía, aparece como la opción más viable recurrir a los fondos de deuda (o de inversión también llamados). La cantidad aproximada que maneja el Comité de Dirección ronda los tres millones de euros. Con esa inyección de liquidez, el Real Murcia podría crear una arquitectura de pagos. Por ejemplo, apartar dos de esos tres millones para entregárselos a Hacienda en un plazo de cuatro años, amortizando 500.000 euros cada ejercicio. La Agencia Tributaria está siendo sensible a los esfuerzos tributarios que lleva haciendo el actual Consejo de Administración. La expectativa de cobro de un millón de euros por el traspaso de Kike García aligera el peso que gravita sobre el club. Hacienda está viendo que el Murcia cumple, y sus planteamientos no son ahora tan rígidos como en la etapa de Víctor Gálvez. Se ha restaurado la confianza entre las dos instituciones.
¿Cómo recupera el fondo de deuda esa cantidad que adelanta? El Real Murcia tendría un plazo de 4-5 años para devolverla, con un interés que oscila entre el 5 % y el 6 %. Y para conseguir esa inyección, debe ofrecer garantías. Los fondos suelen aceptar paquetes muy elevados de acciones, de tal manera que si la sociedad no puede hacerle regresar la cantidad adelantada, se queda con esas acciones.
Y aunque los fondos de inversión han suscitado no pocas suspicacias (sin ir más lejos, cuestionados por UEFA y FIFA), en España operan con normalidad, convirtiéndose en propietarios de derechos de jugadores o de clubes de fútbol. Desde el Real Murcia ponen como ejemplo Resilience Partners, especializado en ayudar a empresas españolas a ejecutar sus planes de expansión a largo plazo.
A esta idea se le está dando calor desde el Consejo de Administración del Real Murcia. El club necesita financiación, como medida complementaria a la ampliación de capital. Y entiende que la fórmula de los fondos de deuda puede dar estabilidad económica, y resolver problemas hasta ahora irresolubles, como la deuda con Hacienda.