El tenista murciano derrota a Matteo Berrettini, y accede a las semifinales del torneo ATP 500 de Viena. El tanteo fue de 6-1, 6-7 y 7-6. Su próximo rival será otro Top10, el alemán Zverev, este sábado (14:00 horas)
GREGORIO LEÓN
Da igual que sea Tsitsipas en el US Open. O Andy Murray. O el número 7 del mundo, como Matteo Berrettini. No hay límites para Carlos Alcaraz, que ya está en las semifinales del torneo ATP 500 de Viena. Se enfrentará este sábado (14:00 horas) a otro Top10, el alemán Zverev (número 4 del mundo), que eliminó a Auger-Aliassime. El joven tenista murciano firmó un gran partido desde el inicio. No concedió opción alguna a Matteo Berrettini en la primera manga, al que sacó de la pista. Con un juego agresivo, muy sólido, le rompió el servicio varias veces, para llevarse la manga con un 6-1 concluyente. En poco más de media hora Carlos Alcaraz liquidó el set.
El segundo fue distinto. Berrettini empezó a demostrar la calidad que le acredita como uno de los mejores tenistas del mundo. Alcaraz siguió desplegando la suya, dando paso a un partido espectacular, muy equilibrado. Incluso el italiano estuvo a punto de hacer un 'break' en el octavo juego, pero cuatro puntos consecutivos de Alcaraz, en el momento más delicado del duelo, lo impidieron. El set se resolvió en el 'tie-break'. Y ahí, Berrettini, que ya había empezado a crecer a través del saque, con varios 'aces', se llevó la manga, con un 7-2 en la muerte súbita. El italiano pasó de un 45% de servicios aprovechados para ganar punto, a un 88%.
En un partido hay momentos que cambian su destino, y preparan el desenlace. El cuarto juego fue crucial. Alcaraz, con un tenis de altísimo nivel, le hizo un 'break' a su rival, para colocarse 4-1 por delante, con el público de Viena entregado a su talento. Pero al choque le quedaban todavía más emociones. Berrettini se sobrepuso, con tres juegos consecutivos. Y así se llegó otra vez al 'tie-break', resuelto por un gran Carlos Alcaraz, muy seguro con su saque. Y Viena se entrega al juego de un murciano que sigue asombrando.