"Mi hijo está infinitamente agradecido al público del US Open. Debe saborear este momento", afirma el padre del tenista murciano. Este domingo, Alcaraz intentará otro hito: llegar a cuartos de final.
GREGORIO LEÓN
Todo ocurrió de madrugada, con el dorado de la puesta de sol derramándose manso sobre el skyline de Manhattan, dibujado como una postal desde Flushing Meadows. Un murciano ganaba el número 3 del mundo. Nueva York se rindió al talento de un deportista que ha hecho en el US Open su presentación universal.
Los Alcaraz son una saga de tenistas. El abuelo y el padre también le dieron a la raqueta. Pero es el Alcaraz más joven el que ha dejado al mundo con la boca abierta. "Let's go, Carlos", se escuchaba desde las gradas de esa catedral del tenis que es la pista Arthur Ashe. El público quedó seducido por el juego, repleto de personalidad y recursos, de un chaval de apenas dieciocho años que trajo la felicidad a la España deportiva. Como una película de suspense que no se decide hasta el último plano, Stefanos Tsitsipas y Carlos Alcaraz nos robaron horas de sueño para asistir a un espectáculo único.
Cumpliendo su ritual, Alcaraz hizo una videollamada a su familia, para compartir emociones. "Está infinitamente agradecido al público, que tanto lo apoyó en la pista. Se siente muy feliz", cuenta su padre, transmitiendo las sensaciones que recorren a su hijo, ya en octavos de final del US Open. Su teléfono móvil se ha llenado de Whatsapp's de felicitación. Centenares, como jamás podía imaginar que recibiría algún día. El abuelo de Carlos vio el partido en la playa. Ahí en Los Urrutias vibró con cada golpe que conectaba su nieto. Con cada dejada. Con su capacidad de resistencia. Y no pudo evitar las lágrimas de emoción.
Ahí lleváis la entrevista completa a Carlos Alcaraz padre...