"Respiraba y le sentí el pulso. Pero de repente, no hubo más latidos", relata el médico de la selección danesa. Nosotros hablamos con Domingo Pascual, jefe del Servicio de Cardiología de la Arrixaca
GREGORIO LEÓN
Rezos. Lágrimas. Almas encogidas. Masajes cardiacos desesperados. Un estadio en silencio. Y el mundo del fútbol pendiente de un corazón. El de un jugador danés: Christian Eriksen. La tragedia merodeó la Eurocopa. Pero los médicos se pusieron la capa de héroes, y el drama quedó reducido a un susto extraordinario.
El jugador de la selección danesa de fútbol se desplomó en el minuto 42 del partido que jugaba contra Finlandia. Los sanitarios realizaron tareas de reanimación. Quince minutos después Eriksen fue trasladado al hospital. La UEFA informó a las 19:30 de que el jugador estaba consciente al abandonar el terreno de juego. La Federación Danesa confirmó que está despierto y pendiente de exámenes.
Su agente también dio noticias esperanzadoras: "Respira y puede hablar. Está despierto", comentó Martin Schoots, en declaraciones a NPO Radio 1.
El médico de la selección danesa explicó en rueda de prensa lo ocurrido: "Cuando llegamos a él estaba de lado. Respiraba y le sentí el pulso. Pero de repente, no hubo más latidos. Por suerte, se aferró a la vida", declaró el doctor Boesen.
El encuentro pudo reanudarse a las 20.30 horas, disputándose los 5 minutos que faltaban del primer periodo, la segunda parte. Finlandia ganó por 0-1. Antes de que el encuentro se pusiera otra vez en marcha, el propio Eriksen pudo hablar con sus compañeros a través de videollamada, y les dijo que estaba mucho mejor, que siguieran jugando el partido.
