El equipo cartagenero, eliminado en cuartos de final de la Liga, mejorará la plantilla para hacerla más competitiva. Duda tiene contrato para la campaña próxima. Entrevistamos a Juan Giménez, gerente del Jimbee Cartagena
GREGORIO LEÓN
El Jimbee ha quedado lejos de las expectativas creadas el verano. La llegada al álbum de cromos tan valiosos como Bebe, Solano o Waltinho hizo brotar la ilusión en Cartagena. Y así fue durante varios meses, con el equipo circulando impetuoso como una locomotora, aplastando a rivales goleada a goleada y conduciéndose al campeonato de invierno. En ese momento, Jimbee aparecía en todas las quinielas para pelear la Liga. Pero, de manera inopinada, una secuencia de cuatro derrotas consecutivas encendió algunas alarmas. La pelea por el primer puesto fue imposible. Y el Levante, también en mala racha, supo jugar mejor la serie de cuartos de final, resolviéndola en dos partidos. Y todas las ilusiones de esta temporada han saltado por los aires. Sin Inter o Barcelona hasta la final, las opciones de jugarla (con la segura recompensa de jugar Champions) se multiplicaban.
En el club cartagenero hacen examen de conciencia. El equipo, concluyen sus dirigentes, no ha sido suficientemente competitivo en los momentos que te bañan de lágrimas o de confeti. No lo fue en La Salobreja. Allí quedaron enterradas las opciones de haber llegado a la Final Four de la Copa del Rey, anhelo que ya viene del curso anterior. En el WiZink Center, a la explosión de felicidad por eliminar a Valdepeñas le sucedió la bofetada de realidad: el Inter sigue siendo mucho Inter. Y en el tramo definitivo de la Liga, las prestaciones del equipo no han sido las exigibles. Futbolistas por debajo de su nivel. Errores individuales pagados a precio de eliminación. Y Duda, que perdió el duelo de banquillos con Diego Ríos. La responsabilidad no solo está en la cancha. También en el banquillo.
El entrenador brasileño tiene todavía un año de contrato. Y va a cumplirlo, más allá de que no ha sido capaz de llevar al cuadro cartagenero a ninguna final, ni en su primer curso (con una plantilla que él no hizo) ni en el segundo (ya con fichajes a dedo). Pero el máximo responsable, Miguel Ángel Jiménez Bosque, tiene confianza. Crédito para el técnico. Su palmarés está ahí.
Habrá alteraciones en la plantilla. Algunas, obligadas. Waltinho, máximo goleador, se va a Portugal. Franklin tiene una oferta tentadora de Kuwait. Juanpi y Jesús Izquierdo también manejan propuestas. Fran Fernández sale de la plantilla, castigado por el papel residual que le ha otorgado Duda. Chino debe venir. Las diferencias económicas entre jugador y club no son insalvables, aunque el Jimbee no está dispuesto a aceptar las peticiones iniciales del futbolista (100.000 euros más abono de cláusula de 50.000 a Valdepeñas). El brasileño Meira reforzará el puesto de cierre, y Javivi vendrá de Ribera Navarra para ofrecer juventud y goles.
El proyecto se mantiene incólume. Sí, el equipo no ha colmado expectativas en la pista, pero la campaña que viene será mejor, con la mochila de la experiencia cargada con las vivencias de este curso. Y el club ha ganado volumen, devolviendo a la afición al pabellón, colándose en las transmisiones de Gol TV (hasta seis esta temporada), y revelando un crecimiento que expresa un gran trabajo hecho en los despachos por Juan Giménez y la junta directiva.
Ahí os dejamos la entrevista completa al gerente del club...
