El equipo murciano, que firmó un primer tiempo decepcionante, aprovechó al máximo los fallos del Industrias Santa Coloma para ganarle 3-1 y seguir avanzando en la clasificación.
GREGORIO LEÓN
La primera parte fue un espanto. Una colección de errores de ElPozo, con una actuación impropia, incongruente con el rival que tenía delante, un Industrias Santa Coloma que se había llevado todo el botín del Palau o de Son Moix. Un examen entregado al profesor lleno de tachaduras y borrones. Fallos de concentración, en las entregas, sin sentido de anticipación, intensidad débil... Todas las señales que emitía el equipo de Giustozzi eran inquietantes. El entrenador hubo de parar el partido a los diez minutos. Ya Khalid había puesto el 0-1. No se apreció mejoría. Pero entonces el cuadro catalán decidió suicidarse, regalando a Pol Pacheco el 1-1 y a Fernan el 2-1. A cuatro segundos del descanso, ElPozo se veía por delante. El veneno mortal que otras veces le ha administrado el Barça, lo usaba ahora contra el rival ElPozo. Mínimo juego. Máximo rendimiento.
En la segunda mitad ya el partido lo gobernó ElPozo. Diego Giustozzi habló en el descanso, en términos muy duros, a sus jugadores. Y estos captaron el mensaje. Juanjo dejó de estar en el foco. Borja sudaba. El peligro estaba ahora en su portería. Pol Pacheco tuvo en su cabeza otro gol, pero lo escupió la madera. Igual que le pasó a Marcel. Para entonces ya el 3-1 estaba arriba, firmado por Rafa Santos. Y Fernan había puesto patas arriba a la defensa catalana.
En su vuelta a la competición, tras un mes de interrupción por culpa de la Covid, ElPozo ha hecho pleno, ganando los dos partidos del Palacio: Córdoba e Industrias. Está séptimo en la tabla, a un punto de Valdepeñas (que ha jugado dos partidos más), y con opciones de dar alcance a Inter y Barcelona.
