El murciano, confiado en ganar el miércoles a Albert Ramos en Roland Garros. Ante el catalán consiguió su primera victoria ATP, con solo dieciséis años.
GREGORIO LEÓN
La sonrisa no se le va de la boca a Carlos Alcaraz. Ayer tuvo la oportunidad de jugar en la pista central de Roland Garros. Mil historias guarda en su memoria la Philippe Chatrier. Cuando era un niño, el murciano soñaba con poder jugar en ella. En su imaginación infantil daba forma a partidos frente a los grandes del circuito internacional. Ahora es él el que alimentará sueños de otros niños del mundo. Es verdad que, como ha confesado, ya no es una persona normal. Ya no puede ir a cenar o pasear como cualquiera de nosotros. Lo rodean miembros de la seguridad, en París, para que no sea vea engullido por las masas. Pero disfruta de momentos genuinos que siempre estuvieron en su cabeza.
Los buenos antecedentes con Albert Ramos
Después de un primer set en el que no terminó de desplegar su mejor juego, Carlitos se activó en los siguientes, para no darle opción al argentino Londero en su estreno de Roland Garros 2022. Este miércoles le espera Albert Ramos. El catalán, que llegó a ser número 17 del mundo, finalista en Montecarlo, ha perdido gas los últimos años. Ahora aparece en el puesto 44 del ranking ATP. El año pasado llegó a la segunda ronda del US Open. Y en París su mejor registro fue cuando alcanzó los cuartos de final.
Los antecedentes son tranquilizadores. Alcaraz y Ramos se han encontrado en el camino dos veces. Y la primera tuvo un sabor especial. El murciano ganó en Río de Janeiro su primer partido ATP. Apenas tenía 16 años. Y volvió a repetir victoria en Umag, el año pasado, donde acabó coronándose.
El descaro de Alcaraz que dejó alucinado a Félix Auger-Aliassime
El canadiense, que sigue avanzando también en Roland Garros, ha sido entrevistado por una televisión francesa. Y ha revelado un ella una curiosidad anécdota: "Le conocí en 2019 durante el torneo del Conde de Godó. Entrené con él un día, yo ya estaba en el top-50 y él tenía solo 15 años. Al final de la sesión le propuse jugar un set a 4 juegos y me ganó 4-0...", ha contado el canadiense, sin poder reprimir las risas.
