El murciano derrota al neerlandés Van de Zandschulp por 6-4 y 6-2 y se enfrentará a Pablo Carreño en los cuartos de final del ATP 500 de Basilea.
GREGORIO LEÓN
Cuando estás en la cumbre, un resbalón te puede hacer caer por la pendiente. Y más cuando por detrás viene un cocodrilo como Rafa Nadal. Djokovic sabe de lo que habla. Carlos Alcaraz, que emitió señales de cansancio en Astana y se fue a la calle nada más llegar, se ha puesto serio en el ATP 500 de Basilea.
Es verdad que Botic Van de Zandschulp no tenía la entidad de otros tenistas a los que el murciano ha reducido: Nadal, Djokovic, Sinner, Tsitsipas... Pero no convenía ninguna distracción. Y Charly se tomó el partido muy en serio para solventarlo en dos sets y orientar ya la mirada en la tercera ronda. Hay 500 puntos en juego.
Después de unos comienzos de igualdad, el partido empezó a romperse con el séptimo juego del primer set, con un break del murciano, que se movió con gran agilidad por la pista, acumulando 'winners', y con una gran eficacia en sus subidas a la red. 6-4 y a seguir trabajando.
Arrancó el tenista de El Palmar titubeante el segundo set. Un despiste le costó el primer juego al servicio, pero la respuesta fue inmediata, con dos rupturas de servicio. El partido ya no se le podía escapar. Y lo cerró a lo grande. Primero, con otro break después de un punto que encendió al frío público suizo. Y luego, con un ace que lo deja en los cuartos de final.
