El tenista murciano, ya en tercera ronda del Open de Australia, llega a la portada de "Vanity Fair", considerada la revista más glamurosa del mundo. Juan Carlos Ferrero, ante la avalancha de elogios, pide prudencia.
GREGORIO LEÓN
Nadie es capaz de evitar la fascinación que ejerce Carlos Alcaraz. A los elogios con que lo están inundando compañeros de profesión, entrenadores, periodistas... se suma ahora el mundo de la cultura y la moda, que no han podido sustraerse al embrujo del murciano. Vanity Fair es una de las publicaciones de mayor linaje el mundo. Sus reportajes han llevado el periodismo a alturas tan elevadas como para servir de sustancia a películas. Al Pacino puso cara en una película a un personaje salido de las páginas de esta revista. Firmas de escritores de nombre internacional como Aldoux Huxley o Djuna Barnes prestaron su prosa y su talento para dar forma a artítulos excepcionales. Nacida en Nueva York hace más de un siglo, no ha habido acontecimiento del espectáculo que haya quedado fuera de sus páginas, en las que ahora entra estrenando ropa el deportista nacido en El Palmar. Carlos Alcaraz, el tenista del brazo de oro. Así titula el reportaje esta publicación. El murciano está de moda.
Nadal, Ferrero, Carreño... todos se rinden
Pero, más allá del glamur, del cuché de las páginas de las revistas, Carlos Alcaraz se dedica a hacer su trabajo: ganar. Ya está en la tercera ronda del Open de Australia, superando la cota que alcanzó en 2021. Las estadísticas finales de su partido ante el serbio Lajovic son muy elocuentes. El porcentaje de primeros servicios metidos se ha elevado al 73 por 100. Los puntos ganadores, 27. Con un juego así, hasta Matteo Berrettini puede verse en peligro. "Alcaraz está en forma, pero yo vivo para estos partidos. Estas condiciones me favorecen", reacciona el italiano, con ganas de vengarse de la derrota que le infligió el murciano en Viena, hace unos pocos meses.
Juan Carlos Ferrero, de natural prudente, encaja los piropos que recibe su pupilo con naturalidad, aunque vengan de una leyenda como Nadal: "Obviamente, las palabras de Rafa son muy bonitas y muy de agradecer. Estoy bastante de acuerdo con lo que ha dicho. Potencial tiene. Ahora falta saber cuándo lo va a sacar del todo en un torneo tan importante como este. Ahora mismo su juventud juega un papel a favor y en contra. A favor, por las ganas y la motivación, además de estar muy bien físicamente. En contra, porque le falta experiencia en muchos escenarios todavía”, concluye el valenciano.
Pablo Carreño, quien lo conoce a Carlos a la perfección después de tantos entrenamientos conjuntos en Villena, no tarda ni un segundo en hablar en términos elogiosos del murciano: "Carlos lleva muchos años trabajando muy bien en la Academia. Todo ese trabajo, calidad y potencial que tiene, va a seguir saliendo”, asegura el asturiano. “Está haciendo resultados muy buenos, pero es que los va a hacer mejor".
Juan Carlos Ferrero: "No hay que poner más leña al fuego"
Su entrenador ha visto en primera persona la evolución incesante de Alcaraz. Y enseguida, aunque agradecido de los elogios unánimes que recibe su jugador, vuelve a usar palabras ponderadas. Nada peor que descargar descargar demasiado peso en forma de presión sobre los hombros de Alcaraz. Al tiempo hay que dejarle que haga su trabajo: "Claro que piensa en ganar aquí alguna vez: este año, el que viene, el otro o cuando sea. Ojalá sea lo más pronto posible. Está trabajando muy bien, ha hecho una pretemporada muy buena y está jugando muy bien, pero para ganar aquí tiene que ganar a jugadores muy buenos y experimentados, que están igual de preparados que él, así que como bien dice Rafa todo puede pasar, pero no hay que poner más leña al fuego”.
