Paco Gento le marcó un gol al Real Murcia en su estadio. Su primer partido en La Condomina data de 1955, con el Madrid preparándose para ganar su primera Copa de Europa. El exjugador blanco ha muerto este martes.
GREGORIO LEÓN
Su principal avalista fue un tal Alfredo di Stéfano. Gento llegó al Real Madrid procedente de Santander, y vivió una temporada con más silbidos que aplausos. Santiago Bernabéu también puso el pulgar hacia abajo, y tenía el propósito de devolverlo al Racing. Pero el empeño de Di Stéfano, capaz de torcer la autoridad de su presidente, le concedió una segunda oportunidad a Gento. "Tiene velocidad y le pega al balón como un cañón", diagnóstico la leyenda argentina. Lo que no podía imaginar es que aquel jugador de fútbol hiperactivo iba a agigantarse tanto como para hacer palidecer hasta los propios registros de un mito como él mismo, el gran Di Stéfano. Y gracias a su tozudez, se le pudo ver volar por el carril izquierdo del campo del Real Murcia
Su gol en La Condomina
Con el estadio lleno a rebosar, el Real Murcia se puso a la tarea de dar la sorpresa ante el Real Madrid, que se presentaba con todo su arsenal, con aquellas estrellas (Di Stéfano, Puskas, Amancio... con Miguel Muñoz en el banquillo) que habían deslumbrado en Europa con su brillo cegador. Y que le quiso bajar enseguida los humos a un Murcia entusiasta. Puskas colocó el 0-1 en el marcador. La primera parte fue muy igualada. Hasta que apareció Paco Gento para encauzar la victoria madridista. Hizo el 0-2, luego ampliado otra vez por Puskas. Fue un 17 de noviembre de 1963. "Sus arrancadas supersónicas". En esos términos se expresaba la prensa de la época para referirse al considerado mejor extremo del mundo.
Debut en La Condomina antes de ganar la primera Copa de Europa
Estaba acabando 1955. Murcia se deslizaba mansamente hacia el invierno. Y el Real Madrid se presentó en La Condomina, celebrando su debut en una competición promovida por France Football, y que se denominaba Copa de Europa. Los blancos hacía unos días que habían eliminado al Servette suizo, accediendo a los cuartos de final. Y pisaban La Condomina. Con Paco Gento de titular. Enfrente, un Real Murcia que sacó a Echezarreta; Romà, Bazaco, Bardají, Gallardo, Sará, Chancho, Mena, Bedoya, Badenés II y Pallarés. Apretó el Murcia, que anotó el 1-0 a los cinco minutos. Y el Madrid tuvo que afanarse para, al menos, arrancar un empate. Molowny impidió la derrota blanca ante un gran Real Murcia, que fue capaz de detener al futuro campeón continental. Gento fue secado por los defensores granas.
Paco Gento también dejó su sello en el partido de la segunda vuelta, castigando dos veces a Campillo, portero murcianista. Anotó en media hora dos tantos. El partido concluyó con un resultado definitivo de 4-1, que dejó contrariado el técnico grana, Ferdinand Daucik.
Ni él podía imaginar que aquel torneo recién parido en Francia iba a conocederle seis títulos, algo que no ha vuelto a tener parangón en la historia del fútbol. Y Murcia también vio a la "Galerna del Cantábrico". Eran otros tiempos más dichosos. Por La Condomina pasaban los mejores. Era fútbol en blanco y negro, sí. Pero delicioso y aromático como los habanos que entonces sí se podían encender en los estadios.