El delantero japonés, con un remate en el minuto 94, evitó la derrota de los albinegros, que se quedan a tres puntos del 'play off' de ascenso a Primera.
GREGORIO LEÓN
La Rosaleda es un parque de atracciones para el Cartagena. Allí fue feliz el día del ascenso. Pero esta vez sufrió muchísimo para sacar un punto. El Málaga iba por delante en el marcador, y Okazaki logró, con un remate artístico, hacer el empate que salva un punto para los albinegros.
El VAR fue protagonista enseguida. Primero, para confirmar que Vadillo se había tirado dentro del área, simulando penalti. Y luego, para negarle el 0-1 a los blanquinegros, por un mínimo contacto de Rubén Castro a Javi Jiménez. Álex Gallar mandó el balón a la red, con un disparo impecable. Pero no valió.
El Málaga, inferior, empezó a ver cómo prosperaba Mo Dauda por la izquierda. Una triangulación de De Blasis, Gallar y Rubén Castro pudo concederle el primer gol al Cartagena, pero el canario lanzó por encima del larguero. El equipo de Carrión continuó monopolizando el juego ofensivo, con largas circulaciones de balón buscando la grieta en la defensa oponente.
La trama giró en la segunda mitad. El Málaga olvidó su timidez y fue a buscar a Marc Martínez, que salvó hasta tres remates locales. Pero no pudo evitar el cuarto. Brandon puso la cabeza, muy cerca, para firmar el 1-0.
Luis Carrión modificó la alineación, dándole pista a Tejera, Delmás, Antonio Luna y Ortuño. Sin embargo los cambios no alteraron el panorama. El gol no es hijo de la precipitación. Y ese fue el pecado mayor del Cartagena en esa fase de partido. Por fortuna, Okazaki se inventó un remate inverosímil que rompe la secuencia de tres derrotas consecutivas del equipo blanquinegro.
