Los grana han dejado la puerta a cero en 10 partidos de 21. Es el cuarto equipo menos goleado de toda la Segunda RFEF. Miguel Serna lleva 332 minutos sin encajar un gol.
GREGORIO LEÓN
Sí, es verdad que en la foto que acompaña a este artículo aparece la figura de Miguel Serna. Pero sería injusto atribuirle a él de forma exclusiva la responsabilidad de los registros defensivos del Real Murcia, que han elevado a los grana hasta la cabeza de la tabla, dejándolo a solo dos puntos del líder. Después de la tarde funesta en el Rico Pérez, que estuvo a punto de llevarse por delante a Mario Simón, el equipo está ofreciendo una producción de puntos espectacular. Y nace desde la fiabilidad de la retaguardia. Ni siquiera un contratiempo como la baja de Iván Casado ha alterado el funcionamiento del Murcia en esa zona del campo. Solo quince goles ha encajado, lo que le ubica en el cuarto puesto de los equipos de toda la RFEF (noventa en total) que menos tantos han soportado:
La Nucía, 9
Intercity, 11
Real Murcia, 14
Córdoba, 14
Sestao River, 15
El Murcia ofrece un comportamiento granítico atrás. El cuadro que adiestra Simón solo ha visto perforada su portería una vez en los últimos seis partidos. Ampliando el radio, solo ha recibido un gol en jugada, porque los otros dos en este tramo fueron de penalti (Abraham, del Puertollano, y Alvarito, del Marchamalo). Y ahí se cuela de manera inevitable el nombre de Miguel Serna, quien lleva 332 minutos sin ir al fondo de la portería a recoger un balón. Otro dato que explica con elocuencia la transformación que se ha operado en los murcianistas.
Alicante lo cambió todo
Estos números que está firmando ahora el Real Murcia no guardan analogía alguna con el primer periodo de la temporada. Hasta el día en el Rico Pérez, con el equipo descoyuntándose y encajando un 3-0 impensable, el Murcia consiguió 17 puntos de 36 posible (47 por 100). A partir de ahí, 21 de 27 (77 por 100). El resultante es que un Murcia fuera de 'play off', que apenas adivinaba la silueta del líder, ahora lo tiene a tiro de piedra. A tiro de un partido.