El exdueño del Leganés quiere concertar una reunión con Hacienda, a fin de determinar si el Murcia es viable o no. Moreno asegura que en este proyecto va siempre de la mano con Agustín Ramos.
GREGORIO LEÓN
"No me moriré sin ver al Leganés en Primera. Eso dije, un año en el que nos libramos de milagro de bajar a Tercera". Así dibuja Felipe Moreno a Onda Regional sus ambiciones y deseos, ejemplificando cómo ha logrado sacar adelante a clubes en iguales o más dificultades que las que tiene el Real Murcia. Pero el cordobés no va a dar ningún paso en falso. Una vez que ha regresado de Brasil, a donde le llevan con frecuencia promociones inmobiliarias que impulsa, va a retomar los contactos con Agustín Ramos. Y el punto medular que determinará si entra o no finalmente como gran accionista en el Real Murcia es la deuda pública que tiene la entidad grana. Si es atacable, con un plan de pagos razonable, dará un paso al frente. En caso contrario, se quedará donde está. "Voy a hacer todo lo posible y poner todo mi trabajo para hacer que el Murcia sea viable; y si no puede ser, pues no puede ser", añade, en un ejercicio de realismo. Pero la deuda con Hacienda es su máxima preocupación. Conoce sus proporciones colosales y que es la piedra que más estorba en el camino. Pero no la única. De mayor a menor. Así quiere actuar Felipe Moreno, abordando el problema de mayor magnitud, para luego descender a otros, como los cumplimientos de los plazos del concurso de acreedores.
De la mano con Agustín Ramos
Las especulaciones y conjeturas corren libremente, y mucho más en tiempos de redes sociales, esas barras de bar con 280 caracteres. Y una de las que ha circulado con fuerza era que Felipe Moreno venía a sustituir a Agustín Ramos, suplantándolo. "Voy de la mano con él. Tengo un acuerdo con él y lo voy a respetar", afirma de manera taxativa. El exdueño del Leganés conoce a Agustín Ramos desde hace varios años, cuando era presidente del Racing Murcia City. Y su idea es, si acaba accediendo al órgano de poder del club, cogobernar, siempre desde un segundo plano, concediéndole el primero a Ramos. Renuente a los focos y a las entrevistas, se siente más cómodo trabajando en silencio, y cediendo la palabra a otros. En el caso del Leganés, la presidenta era su mujer Victoria Pavón. Moreno no tiene apetencia de palco.
Enrique Roca, aliado
Los negocios inmobiliarios han creado una relación de amistad de Felipe Moreno con Enrique Roca, uno de los máximos accionistas del club y que da nombre comercial al estadio Nueva Condomina, con una inversión que supera los 160.000 euros anuales. Esta realidad puede propiciar también la entrada de Moreno, que busca convergencias y aliados. Roca y él hablan el mismo idioma. Se conocen desde hace 25 años.
