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Ramos-Moreno: las horas decisivas

El exdueño del Leganés tiene previsto comunicar este domingo a Agustín Ramos si entra en el Real Murcia, o desiste de su intención. El gobierno de coalición negociado desde julio, en peligro.

GREGORIO LEÓN
26 NOV 2022 - 22:34
Ramos-Moreno: las horas decisivas
Agustín Ramos, en su última aparición pública, este sábado, en Castalia. Foto: Real Murcia

GREGORIO LEÓN

La imagen viralizada de Agustín Ramos y Felipe Moreno dándose la mano en uno de los salones del restaurante Salzillo puede quedar antigua, desactualizada. A pesar de la escenificación pública del acuerdo, el contrato societario que debía vincularles nunca quedó firmado. Ni cerrado en todas sus cláusulas. Una de ellos ha sido fuente de divergencias, y ha tirado de las costuras de una relación que arrancó el pasado mes de julio: la retirada de las diferentes impugnaciones judiciales planteadas por Mauricio García de la Vega. 

El último borrador redactado por las partes contenía la fecha límite del 31 de diciembre de 2023 para proceder al desistimiento de todos los procedimientos judiciales abiertos, pero Agustín Ramos, asesorado legalmente, entendió que esa fecha era demasiado lejana y que no preservaba convenientemente los derechos de la entidad. El presidente grana se queda sorprendido cuando tiene conocimiento de la llegada al estadio Nueva Condomina-Enrique Roca de una carta, remitida por Agustín Amorós, letrado del mexicano, advirtiendo de la impugnación de la junta de este próximo martes. Desde el equipo de Felipe Moreno, se defiende la flexibilidad de su postura, abierta al pacto: el martes por la noche su abogado envió un correo electrónico al letrado de Agustín Ramos, con el borrador más reciente, instando al presidente del Murcia a que lo leyera, por si consideraba pertinente introducirle alguna modificación o matiz. No hubo respuesta, siempre de acuerdo a la versión de las personas que rodean y asesoran al cordobés, quienes agregan que Ramos había sido advertido de que Mauricio G. De la Vega impugnaría la asamblea del día 29, como ha hecho con todas las anteriores.   

El viernes llega la carta del abogado de Mauricio García de la Vega a las oficinas de la entidad. Y eso quiebra la confianza de Ramos en Moreno. Las disensiones ya quedaron patentizadas el jueves. Y se agudizan por culpa de la reunión que celebran el miércoles cuatro grandes accionistas de la entidad (Francisco Tornel, Mariano Albaladejo, Francisco García e Higinio Pérez) en el bufete de Andrés López, en el que expresan su deseo de que, para el caso de que Agustín Ramos y Felipe Moreno vendan su parte en un futuro, el comprador asuma el compromiso de adquirir también el paquete accionarial de estos cuatro accionistas. La idea es formulada bajo la figura jurídica del derecho de arrastre (cláusula Drag along). 

El acuerdo estuvo a punto de saltar por los aires ese día. Hasta los dos protagonistas de esta historia hablaron de la posibilidad de redactar un comunicado conjunto explicando las razones de la ruptura, y dejando las puertas abiertas para el porvenir. Pero, en beneficio del Real Murcia y del proyecto común de darle estabilidad y futuro, se dieron otra oportunidad, reemprendiendo negociaciones. Este domingo Felipe Moreno anunciará su decisión de si sigue caminando junto a Agustín Ramos, o por contra, renuncia a entrar en estos momentos en el órgano ejecutivo murcianista.  

Secuencias de una semana clave 

Martes. Agustín Ramos acude al despacho de Andrés López acompañado por el jurista Basilio Gómez. Se discuten varios puntos, para alcanzar consensos y fijarlos en un documento que ya sea definitivo. Esa noche, López, abogado de confianza de Felipe Moreno, remite el borrador al representante legal de Ramos, para que sea estudiado y objeto de correcciones en los puntos en los que no haya consenso. 

Miércoles. Francisco Tornel, Mariano Albaladejo (Gesa) , Paco García (Prevemur) e Higinio Pérez, entre los principales accionistas del Real Murcia, piden una reunión con el abogado de Felipe Moreno. Y solicitan que les sea reconocido el derecho de arrastre (que en el caso de Ramos y Moreno vendan su parte en un futuro a un tercero, dicho tercero tengo la obligación de adquirir también las participaciones de estos cuatro accionistas).

Jueves. Ramos muestra su enfado, por la reunión celebrada por el abogado de Felipe Moreno con este grupo de accionistas (y de manera singular, con Francisco Tornel, al que acusa de torpedear su trabajo al frente del club), que siempre ha mantenido una línea crítica hacia su gestión. Y se opone frontalmente a que les sea reconocido el derecho de arrastre que reclaman. La relación de Ramos y Moreno está a punto de romperse. 

Viernes. Agustín Ramos y Felipe Moreno quedan citados en un bar próximo a la Gran Vía, donde se reúnen desde las 15.30 a las 18 horas, buscando soluciones. Ambos plantean diferentes hipótesis. Ramos marca varias líneas rojas. Moreno se marcha a Madrid, rumiando la decisión a tomar. No contaba con esta nueva situación que le plantea el presidente del Murcia. Daba el acuerdo por cerrado, a falta de pequeños detalles, tras la reunión del jueves anterior y posterior comida, con foto incluida, en Salzillo. A las ocho y media de la tarde trasciende a la opinión pública el contenido de la carta de Maurico G. De la Vega. Felipe Moreno tranquiliza al murcianismo: "Todo está bajo control. Retiraré yo las impugnaciones cuando esté dentro y ejecute la opción de compra. No es eso lo que me preocupa", asegura a Onda Regional.  

Sábado. Felipe Moreno, ya en su ciudad y con la familia, evalúa pros y contras. Queda en llamar a Agustín Ramos a lo largo del día, para dar una respuesta definitiva. Sí o no. Pero el desenlace de Castalia, con derrota, le impulsa a aplazar el anuncio de su decisión un día más. "Ahora no es buen momento después de perder en los últimos minutos", le comenta a La 7 TV.    

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