Armando, Juan Fernández y Boris le dan la victoria a los grana en Toledo. El equipo murcianista ha sumado 13 de los últimos 15 puntos, y viaja hasta la cuarta plaza.
GREGORIO LEÓN
A pico y pala. Sin fútbol de alta costura, pero sí con sentido práctico, el Real Murcia viaja hacia la cabeza de la clasificación. Con la victoria en Toledo, el balance de sus últimos cinco partidos es muy elocuente: trece de quince puntos. Y así ha subido al cuarto escalón de la tabla.
Mario Simón tuvo que alterar los planes previstos, por la ausencia del lesionado Iván Casado. Y optó por la solución habitual: bajar a Athuman al centro de la defensa.
El equipo grana fue madurando poco a poco su victoria, cocinándola a fuego lento. Un remate de Pablo Haro ya mereció el premio del gol, pero se encontró con el cuerpo de Dos Santos en el mano a mano. Y Armando, con un disparo impecable desde la frontal del área, obtuvo el 0-1. El turno de réplica correspondió a Cedric, que se fue de Athuman para comprometer seriamente a Miguel Serna, provincial con su estirada. El partido se convirtió en una película del Oeste, pero el Murcia ganó el descanso con el 0-1 a su favor.
Pudo resolver el litigio el Murcia en varias jugadas de la segunda parte. Con metros para galopar a la contra, tramó varias transiciones que no aprovechó, dándole vida al Toledo. Pero entonces emergió la figura de Andrés Carrasco, crucial para regalarle a Juan Fernández el 0-2. Y hasta Boris, inédito en el capítulo goleador, se apuntó a la fiesta con el tercero.
