Los que se fueron para no volver

ISABEL GONZÁLEZ

Pocas cosas hay tan evocadoras como la voz. La de Jesús Sancho, el primer conductor del decano de los programas de Onda Regional, La Gramola, siempre provoca una cierta emoción. La Gramola permanece en la parrilla de la emisora pública desde su puesta en marcha, allá por 1990. Nuestro compañero Domingo Filiú lo recuerda, ya que se entendieron a la perfección. Consiguió una legión de seguidores que aún hoy le recuerdan. Es la familia gramolera.

Si Sancho era la voz perfecta, la voz rota, aunque inconflundible, era la de Juan Ignacio de Ibarra. Este periodista deportivo, de arrolladora personalidad, es otra de las figuras de primera hora. Por la noche, cuando salían las estrellas, él hablaba de casi todo y, sobre todo, del Real Murcia, su Real Murcia. El maestro desplegaba su pasión por el Murcia que le llevó a hacer socio a su hijo a las dos horas de nacer.

Despedir a un compañero es una dura tarea, mucho más cuando el adiós es tan prematuro como el que tuvimos que darle a Mariano Velázquez. Las tareas que desempeñó fueron tan diversas como su personalidad. Mariano Velázquez se explayaba con la unidad móvil y se convirtió en un especialista en la romería de la Fuensanta. Marta Ferrero lo recuerda y lo considera una persona inolvidable.

Muy joven se fue otro de los locutores de la casa, Antonio Escolar. Cuando él ocupaba el estudio, primero de madrugada, las tardes después o los fines de semana, nunca lo hacía solo. Antonio se marchó en uno de los momentos más difíciles para Onda Regional cuando en tiempos de recortes un ERE dejó sin trabajo a una veintena de compañeros, entre los que él se encontraba y no pudo volver. Carmen María Conesa le recuerda y dice que era una persona muy especial.

Onda Regional ha tenido siempre espacio para todos. De aquellos que estaban en la llamada Edad de Oro se ocupó como nadie Enrique Llanes. Recaló en la radio autonómica después de una larga carrera iniciada en las ondas de Radio Juventud en la que durante mucho tiempo le acompañó su hijo. Pedro Carlos Llanes está seguro de que hoy su mensaje para el colectivo más castigado por la pandemia de coronavirus y soledad sería optimista y de ánimo.

En los 30 años de Onda Regional han sido varios los compañeros que se han dedicado a hacer La Gramola. Entre ellos se encuentra Juan Bastida que al llegar a la emisora se reencontró con un viejo conocido al que no había visto desde que tenía tres años. Era nuestro compañero Ángel Nicolás. Bastida quiso y pudo decir adiós a sus oyentes. El entendía que cuando el ciclo acababa había que dejar paso a quienes vienen detrás.