Una ambientóloga de la Universidad de Murcia, Patricia Tarín, presenta en Viena un estudio sobre los graves efectos para la salud de este contaminante presente en las grandes ciudades
M.A. Cartagena
La contaminación del aire, en concreto, la provocada por las partículas PM2.5, generadas mayoritariamente por el tráfico y la industria, ha provocado la muerte de unas 600.000 personas en Europa entre 1991 y 2010, según se concluye de un estudio elaborado por la investigadora de la Universidad de Murcia (UMU) Patricia Tarín.
Tarín participa en la Asamblea General de la Unión Europea de Ciencias Geofísicas que reúne a más de quince mil científicos del continente. Allí ha tenido ocasión de presentar su estudio que es parte también de su tesis doctoral.
Las partículas PM2,5 llegan al aire por causas naturales como el viento del desierto, pero su presencia en las grandes ciudades se atribuye en gran medida a la actividad humana e industrial.
"Hay que tomar medidas y hacerlo ya", explica la investigadora de la Universidad de Murcia. La investigación incluye también proyecciones de futuro de la contaminación por partículas asociada al cambio climático en tres áreas de Europa. Esta graduada en Ciencias Ambientales advierte de que los daños por este contaminante son mayores en personas jóvenes.