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La Guardia Civil abre una investigación tras la intoxicación alimentaria de dos personas en Italia por la ingesta de atún

Una de las tres empresas murcianas investigadas se encuentra presuntamente relacionada con la intoxicación

14 JUN 2018 - 00:00
guardia civil inspecciona una de las empresas
GUARDIA CIVIL

REDACCIÓN

La Guardia Civil, en colaboración con el Servicio de Seguridad Alimentaria y de Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad, ha abierto una investigación contra cuatro personas relacionadas presuntamente con una intoxicación alimentaria de varios ciudadanos italianos por la ingesta de atún.

La operación 'ATHY II' se inició en octubre del pasado año, cuando la Guardia Civil recibió una alerta alimentaria, en el marco de la Red Europea de Fraude Alimentario, en la que la Comisión Europea comunicaba una intoxicación alimentaria de dos ciudadanos italianos después de haber consumido atún con altos niveles de histaminas.

El examen de la trazabilidad de los productos que causaron la intoxicación determinó que dos de los lotes procedían de una empresa con sede en la Región.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con Servicio de Seguridad Alimentaria y de Zoonosis de la Consejería de Salud, iniciaron una serie de inspecciones de empresas dedicadas al sector.

Estas inspecciones permitieron identificar la mercantil de la que, al parecer, procedían los dos lotes de productos que ocasionaron la alerta alimentaria. Supuestamente habrían vendido, como atún para consumo en fresco, otro que, exclusivamente, debía ir destinado a su manufactura en conserva.

Una segunda mercantil, igualmente estudiada, habría desviado más de 150 toneladas de atún destinado a la elaboración de conserva para su venta como producto fresco.

El fraude se centra en un pescado cada vez más demandado para la elaboración de sushi y otros platos, que se vendería en pescaderías o envasado en supermercados a precios más económicos que el habitual del atún rojo (Thunnus thynnus).

El pescado se congela nada más ser capturado y, según la normativa europea, debe conservarse a 18 grados bajo cero hasta que se descongela para su venta al público. En cambio, los ejemplares que se congelan en salmuera, a nueve grados bajo cero, solo pueden ir destinados a conserva.

El fraude detectado consistiría en vender, como fresco, atún que solo se puede destinar a su enlatado y que, además, ha sido tratado con aditivos ilegales para cambiar su aspecto, lo que supone un engaño al consumidor.

La Comisión Europea calcula que esta argucia afectaría, anualmente, a unas 25.000 toneladas de atún y supondría unos beneficios de 200 millones de euros.

Fruto de las actuaciones llevadas a cabo, la Guardia Civil ha localizado, en otra de las empresas investigadas, aditivos ilegales a base de extractos vegetales, de los empleados para reactivar el color rojo intenso de los lomos de atún, mediante inyecciones.
Al parecer, con esta técnica, podrían haberse llegado a poner en el mercado más de 10 toneladas de atún.

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