Las clases se retoman en el resto de la Región. Casi un centenar de personas siguen realojadas en el CAR de Los Narejos
REDACCIÓN | RAQUEL SÁEZ. Los Alcázares
Todos los centros educativos de la Región de Murcia, excepto los del municipio de Los Alcázares, abren este miércoles con normalidad después del episodio de gota fría de la semana pasada.
En el municipio de Los Alcázares no podrán retomar su actividad el Instituto de Enseñanza Secundaria Antonio Menárguez Costa (827 alumnos) y los colegios Las Claras del Mar Menor (1.310 alumnos), Bienvenido Conejero Requiel (613 alumnos) y AL-Kazar (249 alumnos). En total, son 2.999 alumnos los que aún no pueden regresar a sus aulas.
Los escolares de Los Alcázares no podrán volver a las aulas, porque aún no se han podido reparar ni limpiar los colegios e instituto; tampoco podrá abrir la guardería, cuyo servicio se trasladará al Centro Municipal Las Claras a partir del próximo lunes
Consejería y ayuntamiento se habían marcado como objetivo que este miércoles los niños volvieran a los colegios, pero los daños son tales que, desde el consistorio, no se atreven a poner plazos. Preocupa especialmente el estado de la infraestructura del IES Antonio Menarguez. La guardería municipal llevará meses para su reparación. El servicio se traslada, desde el próximo lunes, al Centro Municipal Las Claras, según explica el concejal portavoz Antonio Campoy. En el municipio preparan una gran manifestación, pero aún no hay fecha. Todo en función de lo que tarden en recuperar la normalidad.
Casi un centenar de personas se encuentran realojadas en el Centro de Alto Rendimiento de Los Narejos. Diferentes equipos de voluntarios, se encuentran ahora mismo atendiendo todas las necesidades de los afectados.
Entre ellos no solo encontramos agentes de protección civil o de servicios sociales, sino también psicólogos. Pablo Alemán, uno de ellos, explica que el CAR no es el único espacio habilitado. Los profesionales también estan atendiendo a los damnificados en el ayuntamiento de los Alcázares. Alemán nos cuenta también que recuperarse de este tipo de situaciones lleva tiempo y que lo principal es recordar a todos que no están solos.
El resto de los voluntarios se encargan de reorganizar todos los recursos que les llegan. Lo que más se demandaba es ropa, aunque ahora solicitan alimentos no perecederos y comida para bebés.
Antonia, una de las afectadas, dice que en los dos centros en los que que ha estado, las Claras y el CAR, la atención ha sido buena y que hoy es cuando va a poder volver a su hogar para empezar a limpiar.
