José Soro, de Pepe de Marhe, dice que "parte del dinero que iba para ocio ahora se invierte en mejorar la vivienda. Nos han encargado cerramientos de balcones, obras de aislamiento y de seguridad antirrobo y ocupación"
JOSÉ A. VERA
El confinamiento ha disparado el número de reformas en nuestros hogares. Tanto tiempo metidos en casa estos meses por el coronavirus ha hecho ver a los habitantes de la Región de Murcia la necesidad de reformar detalles de su vivienda. Una pequeña rotura, ese balcón o terraza que cerrar y que convertir en habitación, el aislarse del frío y del calor... y también colocar esas rejas que aporten mayor sensación de seguridad. José Soro, gerente de la empresa Pepe de Marhe de Molina de Segura, especializada en carpintería de aluminio y trabajo del hierro, confirmaba en Onda Regional que el coronavirus ha despertado en la población la necesidad de mejorar su vivienda: "A raíz del confinamiento parece que la población ha visto que tenían más necesidades en casa. Desde febrero-marzo se ha notado un aumento en la construcción particular. Las grandes edificaciones se han mantenido, sobre todo en la costa, pero lo que más hay es reformas en casa".
Para este especialista en el sector, "la gente está viajando menos y ese dinero que tenía guardado para un viaje o algún asunto relacionado con el ocio, lo está invirtiendo ahora en esas necesidades de vivienda". Pero no todo son inversiones de confort, también se hace desde una perspectiva económica porque, según José Soro, "se está realizando mucho aislamiento, para ahorra tanto en calefacción como en aire acondicionado. Se ha invertido también en cubrir terrazas y patios, o cerrar balcones para que ese espacio que estaba ahí muerto tenga ahora un nuevo uso". Llama más la atención otro de los motivos, el de la seguridad: "La gente quiere blindar sus casas. Especialmente las segundas residencias. Quizá por miedo o temor a un robo o incluso a una ocupación ilegal".
