Las alteraciones pueden dejarnos cansados y somnolientos, pero también dar paso a ansiedad o depresión
REDACCIÓN. Cartagena
El confinamiento y el radical cambio de hábitos que conlleva está produciendo en gran parte de la población alteraciones del sueño que pueden alargarse más allá de esta reclusión si no se toman medidas.
La directora de la unidad del sueño del grpo HLA, la doctora Paula Giménez, dice que estas alteraciones pueden dejarnos cansados, somnolientos, pero también dar paso a ansiedad o depresión.
La doctora Giménez dice que la mejor manera de combatir estos trastornos del sueño es imponerse una disciplina, unas rutinas. Además, hay que procurar dejar que la luz natural regule nuestro reloj biológico saliendo un rato por la mañana al balcón o a la ventana. Las siestas son mejor cortas y mejor aún ninguna. Y nunca dormirla tarde.
El ejercicio físico va a ayudarnos mucho, siempre y cuando no lo hagamos antes del sueño y conviene despedirse un rato antes de ir a dormir de los dispositivos y pantallas. Finalmente, hay que intentar desconerctar, si se puede, de los problemas y acudir a una buena lectura relajante.