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El ecosistema del Mar Menor está 'cojo' y es incapaz de filtrar y absorber los altos niveles de nutrientes

Así lo indica el investigador del Instituto Español de Oceanografía Juan Manuel Ruiz, que afirma que los síntomas que presenta la lagua siguen siendo muy preocupantes

12 OCT 2020 - 00:00
Imagen de una concentración junto al Mar Meno
Imagen de una concentración junto al Mar Menor. ARCHIVO
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El ecosistema del Mar Menor está 'cojo' y es incapaz de filtrar y absorber los altos niveles de nutrientes
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REDACCIÓN. Murcia

El ecosistema del Mar Menor está "cojo" y es incapaz de filtrar y absorber los altos niveles de nutrientes que sigue habiendo en el agua, así que el riesgo de que se produzca un nuevo episodio de anoxia es muy alto. Es la opinión del investigador del Instituto Español de Oceanografía Juan Manuel Ruiz, coordinador del estudio más reciente de los que han analizado en profundidad la situación de la albufera. 

Ruiz cree que tratar de valorar la situación del Mar Menor comparando los datos actuales con los que presentaba en el episodio de mortandad de peces, es un ejercicio estéril salvo que lo que se pretenda sea transmitir una falsa sensación de mejoría para atraer turistas.

Y comparado con el estado que presentaba antes de 2016, los síntomas que presenta el Mar Menor siguen siendo muy preocupantes. El crecimiento desmesurado que se puede observar en algunas poblaciones de algas, sobre todo en las aguas más someras, confirma que los niveles de de nutrientes de la columna de agua siguen siendo muy altos. Y en esas condiciones, el riesgo de repetir un episodio de anoxia sigue existiendo, por mucho que el agua esté más transparente.
 
El problema de fondo es que el colapso de 2016 causó un grave desequilibrio en el ecosistema de la albufera. Las nacras, que tenían una gran capacidad de filtración, casi ha desaparecido: de una población que se estimaba en un millón cuatrocientos mil individuos, apenas queda un 5%. La pradera submarina quedó arrasada y ahora el alga que era casi marginal ha colonizado los fondos, de los que ha desaparecido la especie predominante, la Cycodea, que no da señales de recuperación. El resultado es que ahora el ecosistema del Mar Menor está cojo.
 
Juan Manuel Ruiz dice que, como investigador, siente una gran frustración cuando ve que las administraciones son incapaces de ponerse de acuerdo. En su opinión, la recuperación del Mar Menor es posible, pero ya no se debate en el terreno científico, sino en el político. El problema es que muchos políticos parecen haber llegado a la conclusión de que el esfuerzo no vale la pena, porque incluso tomando las decisiones correctas, sus votantes no verán los resultados.
 
LOS PARÁMETROS MEJORAN

Otra opinión, la del científico Javier Gilabert resalta la mejoría del estado del Mar Menor como indican los parámetros de transparencia, salinidad, clorofila y oxígeno. Señala como factores clave que no se hayan producido episodios de lluvias fuertes y que se abrieran las encañizadas a consecuencia de la DANA del pasado año. Eso ha provocado, dice, que haya un mayor intercambio de agua con el Mar Mediterráneo.
 
Gilabert también ha señalado la disminución de entrada de agua dulce con nitratos desde el acuífero como circunstancia determinante para la situación actual del Mar Menor, aunque insiste en la necesidad de tomar medidas ante la posible llegada de lluvias fuertes.
 
Tampoco aprecian cambios los conservacionistas. Algunos parámetros que miden la calidad del agua de la laguna han mejorado, si bien, los problemas estructurales que amenazan su conservación aún no se han resuelto. Un respiro menor para un espacio natural del que han casi desaparecido las poblaciones de pez luna y el caballito de mar, ha indicado Pedro García, presidente de la Asociación de Naturistas del Sureste.
 
Las especies autóctonas con interés comercial también se han visto mermadas aunque esa situación se ha equilibrado con la entrada de dorada y lubina de las piscifactorías destrozadas durante el pasado temporal. La entrada de estos animales en un ecosistema con un frágil equilibrio ha supuesto una merma en la población de langostino tal y como apunta José Blaya, patrón mayor de la cofradía de San Pedro del Pinatar.
 
Incertidumbre hay entre pescadores y ecologistas sobre la situación de las poblaciones de anguila. La pesquería record del año pasado de esta especie durante 2 meses se alternó con los efectos de la anoxia. Las consecuencias de ambas cosas se verá en los próximos meses, según Blaya.
 
Valoran de forma positiva el cierre de algunos cultivos ilegales en la zona sur del campo de Cartagena pero la cifra está muy alejada de las 10 mil hectáreas sin permiso para riego que ANSE tenía localizadas. En cualquier caso, afean la opacidad de la Confederación Hidrográfica sobre el estado de estos trámites y se quejan de que se está perdiendo financiación de la propia Unión Europea y del Banco Europeo de Inversiones para la recuperación del Mar Menor por la falta de acuerdo entre administraciones.
 
Además, desde ANSE señalan que la coyuntura de pandemia se está traduciendo en un retraso de las iniciativas vinculadas a la conservación del Mar Menor. Dicen que se ha gastado dinero en proyectos que no han surtido efecto, dejándose de invertir en otras que sí lo hubieran tenido. 
 

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