El que no se tomen precauciones para evitar el contagio, sobre todo en las franjas de edad más jóvenes, tiene mayor incidencia que las altas temperaturas.
REDACCIÓN. J. A. VERA
La AEMET se reafirma en que el calor palia los efectos del COVID pero alerta de otro factor que complica la ecuación: el social. Cuando este martes arranque, vía telemática, la Conferencia Internacional promovida por la Organización Meteorológica Mundial y el Grupo de Observación de la Tierra, el estudio lanzado por la Agencia Estatal española de meteorología defenderá que las altas temperaturas propician que el coronavirus tenga menor incidencia en las personas. Sin embargo, el portavoz e investigador de la AEMET Fernando Belda alerta de que en la ecuación hay más variables que inciden en el problema como la social o medioambiental.
El comportamiento biológico del virus es menos controlable pero sí incide Belda en la preocupación por aspectos como el de la contaminación, masas de aire que contribuyen a la propagación del virus, los aerosoles marinos en zonas de costa... pero aún más peligroso es el factor social. El que no se tomen precauciones para evitar el contagio, sobre todo en las franjas de edad más jóvenes, tiene mayor incidencia que las altas temperaturas. Algo que no está en manos de la AEMET, que necesitará cumplimentar un año, hasta marzo, para extraer sus conclusiones.
