Nos acercamos hasta el centro de salud San Andrés donde varios usuarios nos cuentan como la COVID-19 marca la agenda diaria
ÁNGEL BOLUDA. Murcia
La sanidad regional, especialmente la atención primaria, se impone como reto inmediato el seguimiento de los pacientes crónicos. Por eso salen los rastreos de los centros de salud, para enjugar parte del trabajo que ha quedado pendiente. En los hospitales, es la pandemia la que marca diariamente la planificación. Se decide qué actividad se mantiene y cuál no. Hoy hemos pasado por centros de salud y especialidades y los usuarios nos trasladaban sus sensaciones.
Sandra Vicente hoy ha acompañado a su madre al centro de Salud pero la que tiene una enfermedad crónica es ella. Durante todos estos meses reconoce que ha sufrido retrasos en la asistencia sanitaria aunque ha tenido ayuda para sobrellevarlos. Ángela Castillo, es su madre. Hoy tenía cita para la vacuna contra la gripe en el centro salud San Andrés, en Murcia. Acude con desconfianza, el coronavirus está ahí...
En el centro de Salud de San Andrés hay 4 ambulancias del 061 apostadas en la puerta, la estampa es inusual, en pocos minutos salen a realizar asistencias. En la puerta de este ambulatorio la fila de usuarios se genera de forma intermitente, hay control de accesos con toma de temperatura en la puerta. A pocos metros está el centro de Especialidades Quesada Sanz, aquí se atiende a usuarios del Área 1. El movimiento de pacientes aquí es muy inferior que antes de la pandemia.
Araceli Vicente, vecina de Alcantarilla, 38 años. Nos atiende 2 minutos, lleva prisa acude a una cita que lleva 5 meses esperando. Poco después, nos topamos con Virtudes Nicolás, enfermera del Materno Infantil del Hospital Virgen de la Arrixaca, hoy tenía cita aquí. Ella percibe una notable diferencia entre lo que se está haciendo dentro de los centros sanitarios y la percepción que tienen los usuarios de la sanidad murciana. La causa de esto, señala Virtudes con pocas dudas, la gestión que se está haciendo.
