COAG Mazarrón denuncia que el agricultor está comercializando el kilo de tomates a unos 30 céntimos mientras en los mercados el consumidor llega a pagar hasta casi 2 euros.
REDACCIÓN. Cartagena
Los precios que percibe el agricultor y el que paga el consumidor son bien distintos. En el caso del tomate, llega a diferir hasta en un euro y medio. Los agricultores almerienses han llevado a cabo una protesta durante el fin de semana para denunciar esta situación. Convocados por la Unión de Agricultores Independientes, han tirado más de 2.000 kilos de tomate para mostrar sus quejas por estos precios tan bajos.
En la Región, los agricultores de Mazarrón están en las mismas condiciones. Lamentan que en mucho casos, están casi en la ruina. Las explotaciones no son rentables. Juan Acosta, presidente de COAG en Mazarrón, calcula pérdidas de hasta un 35% por los bajos precios. Ellos perciben alrededor 30 céntimos por kilo mientras que el precio se dispara en el mercado hasta alcanzar casi los dos euros.
A los bajos precios, se suma, según Juan Acosta, la competencia de terceros países como Marruecos, a los que, dice, se favorece en el mercado europeo.