El Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha una campaña de inspección para detectar estos fraudes en cerca de diez mil empresas de todo el territorio nacional.
REDACCIÓN. Murcia
Un 10 por ciento de las empresas acogidas a Expedientes Temporales de Empleo han cometido irregularidades laborales en su vuelta a la actividad. El Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha una campaña de inspección para detectar estos fraudes en cerca de diez mil empresas de todo el territorio nacional. Los inspectores de trabajo se quejan de la escasez de personal y de la falta de modernos medios tecnológicos. En todo el país hay 1866 inspectores. A cada uno le toca revisar 288 expedientes y a más de 1.200 trabajadores.
Mercedes Martínez, portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo, explica que la campaña de inspección se centra en las empresas relacionadas con el sector del turismo y también con la industria. Se vigila que el trabajador no se haya incorporado a su puesto cobrando al mismo tiempo el ERTE y que en el caso de que lo haya hecho a media jornada no se comete abuso en su horario laboral. Son estas dos la irregularidades más numerosas que pueden se objeto de sanciones ecómicas que pueden ir desde los seis mil hasta los ciento ochenta mil por cada trabajador.
Desde el Sindicato de Inspectores de Trabajo, su presidenta Ana Ercoreca, explica que las inspecciones se centran también en que los empresarios no sustituyan a trabajadores en ERTE por otros temporales. Según la portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo, muchos trabajadores han vuelto a su empleo aún sabiendo que la empresa estaba cometiendo irregularidades laborales. Lo han hecho, según Mercedes Martínez, por miedo a quedarse en la calle. Y por eso, han aumentado de forma notable estos dos meses las denuncias anónimas que recoge el "buzón del fraude".
Mercedes Martínez explica que paralelamente a las inspecciones en las industrias se han realizado también inspecciones en el campo en 23 provincias españolas, entre ellas Murcia. No sólo se han controlado asepctos laborales, si no también, las condiciones de vida de los temporeros. Reconoce que es difícil relacionar si los brotes de coronavirus surgidos entre este colectivo tienen que ver por sus condiciones de trabajo o por los lugares donde residen.
Ya también control sobre el teletrabajo. A falta de una normativa que regule las condiciones del trabajo a distancia, los inspectores sí que actúan ya sobre las horas de conexión y el registro de jornada. Tanto la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo como el sindicato de inspectores se quejan de la falta de personal. Es ya un problema tradicional en el sector, como reconoce Mercedes Martínez, que se ha visto agravado por la paralización de los procesos de selección por el estado de alarma.
