Este miércoles ha comenzado la vacunación frente a la Covid de los niños de 8 a 11 años en el Palacio de los Deportes de Murcia y el recinto de IFELOR en Lorca
REDACCIÓN. Murcia
Con la convicción de los adultos y la conciencia de la obligación moral de recibir el pinchazo, los primeros 1.500 menores de entre 8 y 11 años en Murcia y Lorca han recibido la vacuna frente a la Covid. Marco, que acudía al Palacio de los Deportes en Murcia con su hermana y su madre aseguraba que "como yo ya me he puesto muchas vacunas, no me da miedo, no me ha dolido nada". Su hermana Lara aseguraba con que "lo hacemos porque así no se infectan las personas mayores". "Yo le tengo mucho miedo a las agujas y he sentido miedo y a la vez nervios" aseguraba esta niña de 9 años.
Ellos son sólo dos de los recién vacunados en Murcia. El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha iniciado este miércoles la vacunación contra el coronavirus de los niños de 8 a 11 años en el Palacio de los Deportes de Murcia y en la Institución Ferial de Lorca (IFELOR), en horario de tarde.
La vacunación continuará este jueves 16 en Murcia, el 17 de diciembre en Abarán (donde se vacunarán los menores de este municipio y de Blanca), Las Torres de Cotillas (donde se vacunarán también los menores de Alguazas), Murcia, Águilas y Fuente Álamo, y el 18 de diciembre en Santomera (donde se vacunarán también los menores de Beniel).
El lunes 20 se vacunará en Puerto Lumbreras y en Cartagena (donde también se vacunará a los residentes en La Unión), Molina de Segura (residentes en Molina de Segura, Abanilla, Ceutí y Lorquí) y en Bullas, Calasparra, Cehegín y Caravaca de la Cruz. La vacunación se irá extendiendo en días sucesivos al resto de la Región.
Según lo acordado por la Comisión de Salud Pública, la recomendación es iniciar la campaña con los niños de alto riesgo y los de mayor edad para después ir descendiendo, aunque cada comunidad tiene la flexibilidad de adaptarlo a sus circunstancias.
Se van a administrar dos dosis con una diferencia de tiempo entre ambas de ocho semanas. Tras el pinchazo, como ocurre en los mayores, se deberá observar al pequeño durante 15 minutos para detectar reacciones inmediatas. En personas con antecedente de una reacción alérgica grave, independientemente de la causa, se mantendrá un seguimiento hasta 30 minutos.