La Asociación de Defensa de la Sanidad Pública da por hecho que este nivel asistencial va a estar en una situación crítica en dos o tres semanas
REDACCIÓN / Murcia
El brusco incremento de casos no sólo se está traduciendo en un aumento de la presión asistencial sobre los hospitales: también la atención primaria vuelve a estar sobrecargada después de un mes de diciembre bastante tranquilo. Y no hay que perder de vista las consecuencias que esa situación puede tener sobre los planes de vacunación, porque gran parte de la tarea recae precisamente en los equipos de Atención Primaria.
Un buen ejemplo de cómo ha cambiado la situación para los centros de salud es lo que ha ocurrido en Molina de Segura, que ha pasado en una semana de tener tasas de incidencia que rondaban los cuarenta casos por cada cien mil habitantes, a superar ahora los 200 casos. Mario Soler, que es médico de familia en Molina y portavoz de la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública, dice que si los contagios siguen creciendo a la velocidad que lo han hecho en estos últimos días, la atención primaria se verá en una situación crítica en no más de dos o tres semanas:
No es la primera vez que la Atención Primaria se enfrenta a este riesgo de sobrecarga. Pero en esta ocasión, la amenaza afecta también al proceso de vacunación que depende, en buena medida, de los propios equipos de los centros de salud. Ellos deberían ser los encargados, por ejemplo, de atender a los grandes dependientes que no están institucionalizados (los que siguen viviendo en domicilios particulares). Carmelo Gómez, que es enfermero y especialista en geriatría, dice que -en condiciones normales- el protocolo no sería muy distinto al que se aplicó con éxito para administrar la vacuna de la gripe. Pero si los contagios se disparan, la tarea se complicará mucho.
