Se trabaja para conseguir variedades más resistentes a las altas temperaturas o la sequía o a enfermedades fúngicas como oídio y mildiu. Ya se ha iniciado el registro de seis variedades, cinco tintas y una blanca
Redacción. MURCIA
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) trabaja desde el año 2000 en un programa de mejora de nuevas variedades de uva de vinificación descendientes de Monastrell que, además de sus cualidades, aporten los caracteres necesarios para afrontar los retos del futuro.
Actualmente, las nuevas líneas de investigación tienen como objetivos, la obtención de variedades sin pepitas, que serán destinadas a la elaboración de vinos jóvenes poco astringentes, o la selección de cruces para la elaboración de vinos de baja graduación alcohólica. Todo ello, además, dando respuesta a los nuevos retos sociales y a las demandas de los consumidores que buscan productos más saludables y respetuosos con el medio ambiente.
Estos trabajos han permitido ya iniciar el proceso de registro de un total de seis variedades de uva, cinco tintas y una blanca.